Aunque no haya creí­do que exista canal de TV que verdaderamente respete la inteligencia del espectador, a veces pienso que la cosa no deja de empeorar. Hemos asistido a distintas rachas con un formato propagándose incontenible por buen número de canales: el tuneo de motos y coches, la supervivencia extrema, los fenómenos paranormales, cuerpos tatuados