Guí­a polí­ticamente incorrecta de la Ciencia

Titulo: Guí­a polí­ticamente incorrecta de la Ciencia
Autor: Tom Bethell
Editor: Ciudadela Libros (2006)
224 págs.

Es este un ensayo que se mantiene dentro de un espí­ritu permanentemente crí­tico, donde el autor va desmantelando auténticos mitos de la ciencia mediante su análisis personal. Cuestiones como por ejemplo: ¿Es cierto todo lo que nos cuentan del cambio climático? ¿De verdad es la energí­a nuclear tan peligrosa?

Tal vez desnuda verdades incómodas. O tal vez simplemente se trate de una exposición provocativa. En cualquier caso, este libro de Tom Bethell* deja un mensaje que no deberí­amos olvidar: detrás de muchas de las propuestas aparentemente cientí­ficas se esconden únicamente posicionamientos polí­ticos e ideológicos.

¿Por qué existen certezas que al proceder del mundo cientí­fico son asumidas con total ausencia de sentido crí­tico (y en esto los medios tienen mucho que ver) dejando un pensamiento único, un panorama de principios polí­ticamente correctos donde no cabe revisión?.

He aquí­ unos extractos del libro que apuntan en tal sentido:

«Los cientí­ficos venden por igual esperanza y miedo. Existe una creciente inclinación utópica a creer que el consuelo para la humana condición -la enfermedad, la vejez, y quizás la misma muerte- pueda encontrarse en la tecnologí­a más moderna. Reparar las distintas partes del cuerpo y reemplazar los tejidos es algo que puede hacerse mediante la bioingenierí­a, de la misma manera que los mecánicos rehacen un automóvil. Aunque, en todo caso, se espera que sean los contribuyentes los que paguen la factura, terreno en el que entran los polí­ticos».

«A los cientí­ficos les gusta verse como seres motivados por el idealismo, pero los intereses personales nunca están muy lejos. (..) Sus diarias preocupaciones por los fondos y la seguridad y el destino que puedan correr sus últimas peticiones, sobrepasa a las preocupaciones más abstractas que pudieron tener alguna vez sobre la integridad del método cientí­fico. En otras palabras, han aprendido a «jugar en el sistema».

«Los medios de comunicación han cooperado en todo este proceso de miedos, esperanzas y exageraciones. Las crisis venden periódicos. De ahí­ parte una relación simbiótica. Y lo que resulta más importante: los periodistas no dudan ni por un segundo de que, si no hablan de un problema, se reducirá su importancia.»

*Tom Bethell es inglés, graduado en la Universidad de Oxford en 1962 en Filosofí­a, Fisiologí­a y Psicologí­a. Posteriormente desarrolló su carrera profesional en Estados Unidos, donde es editor en The American Spectator. Ha colaborado y sido columnista de numerosas publicaciones entre las que se encuentran el New York Times, Atlantic Monthly, Harper’s, Crisis y National Review y escrito numerosos artí­culos sobre temas de ciencia, aunque no únicamente en este campo.

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