La leyenda de Mothman, el hombre-polilla

La de Mothman es una de las más enigmáticas y al mismo tiempo curiosas historias sobre seres sobrenaturales. El patrón que sigue su aparición parece estar más próximo a una leyenda urbana que a sucesos reales. No obstante, veamos una crónica de aquellos acontecimientos.

Apariencia

El Mothman es una supuesta criatura humanoide que sobrepasaría los 2 metros de altura, con grandes alas que se repliegan, cubierto de pelaje gris oscuro y con dos enormes ojos rojos y luminosos -a los que se atribuyen facultades hipnóticas- enmarcados en una cabeza indefinible unida directamente al tronco.

Eso daría a este ser la apariencia general de una gigantesca polilla, de ahí que también se denomine hombre-polilla.

Sus apariciones parecen relacionarse con la inminencia de grandes catástrofes, siendo a veces definido como «mensajero de la muerte».

Historia y testimonios

En noviembre de 1966 unos sepultureros de un cementerio próximo a Clendenin, Virginia Occidental, afirmaron que una figura humana voló sobre sus cabezas por encima de los árboles. Es considerado el primer avistamiento de lo que se conoció como Mothman.

Sin embargo los testimonios corresponden en su mayoría a Point Pleasant, también en el estado norteamericano de Virginia Occidental, el mismo mes de 1966.

En la noche del 14 al 15 de noviembre dos matrimonios jóvenes que pasaban en coche cerca del sector conocido como área TNT, unos antiguos depósitos militares de la II Guerra Mundial, declararon a la Policía que vieron junto al camino una misteriosa criatura con dos alas a la espalda que les miraba con brillantes ojos rojizos y que emitió un grito agudo.

Los ocupantes, aterrorizados, fueron perseguidos hasta la entrada del pueblo.

La Policí­a ordenó realizar una búsqueda que no ofreció resultados.

En los días siguientes otras personas reportaron avistamientos similares. Un testigo declaró:

«Lo vi entre las sombras, era como si se hubiese estado arrastrando en el suelo y lentamente poniéndose de pie, de color gris y mucho más alto que un hombre, con dos terribles ojos rojos».

Esta persona atribuyó poderes hipnóticos a la mirada de la bestia.

Dos bomberos lo describieron igualmente como un «gran pájaro de ojos rojos» y la policía sugirió, apoyándose en la tesis de un biólogo, que pudiera tratarse de una garza inusualmente grande que se había alejado de su ruta de migración típica.

En un campo de cultivos un hombre señaló haberlo visto cuando a las 7:15h. de la mañana se dirigí­a a su trabajo: una figura humana elevándose del suelo que se abalanzó sobre su coche. Aceleró y al parecer la bestia lo estuvo siguiendo dando vueltas sobre el vehí­culo por espacio de varios kilómetros.

También se comentó que los pilotos de una base militar cercana toparon con el bicho planeando sobre el rí­o, calculando que iría a unos 100 m. de altura y casi 100 Km. por hora. Lo siguieron con sus aviones con la intención de fotografiarle pero desapareció en uno de sus movimientos cerca de un espeso bosque.

Repercusión en los medios y difusión del mito

La noticia no tardó en difundirse y rápidamente Point Pleasant se convirtió en foco de atención para muchos «caza-misterios» que recorrían los sitios señalados por los testigos sin encontrar absolutamente ningún indicio.

Durante los extraños sucesos del Mothman en Point Pleasant, Mary Hyre a menudo informaba en la columna de su periódico The Athens Messenger.

La periodista aseguró ser acosada por la visitas de unos hombres de negro que le aconsejaron abandonar el asunto.

Contó además que a menudo se desvelaba por la noche ví­ctima de un sueño repetitivo en el que veía el puente de Silver Bridge, a la entrada de Point Pleasant, derrumbándose. Un sueño que, como veremos, no andaba lejos de la realidad.

John Keel, un periodista especializado en fenómenos paranormales que habí­a pasado una noche entera dentro de la pirámide de Gizeh, se hizo más conocido desde que comenzó a seguir el caso del Mothman publicando reportajes en la revista Flying Saucer Review, un referente en el mundo de la Ufología.

Es John Keel quien probablemente más contribuyó a la popularización del mito a partir de su libro de 1975 The Mothman Prophecies que a su vez serviría de base a la película de 2002 Mothman: La última profecía.

El cese de los avistamientos del Mothman fue relacionado con el derrumbamiento del puente de Silver Bridge sobre el río Ohio ocurrido el 15 de Diciembre de 1967, con el tráfico en hora punta y que acabó con la vida de 46 personas.

Mothman por el mundo

De tarde en tarde personas de distintos lugares del mundo aseguran haber visto al hombre Polilla.

En la región de Cornualles (Inglaterra) entre 1976 y 1978 media docena de testigos, en su mayoría niños o adolescentes, afirmaron haberse encontrado una criatura prácticamente idéntica al Mothman: «un búho peludo de tamaño monstruoso y ojos oblicuos y rojos».

Las apariciones del «hombre-búho de Cornualles» coincidieron con un aumento de la actividad OVNI en la zona con extrañas luces en la noche.

En la ciudad de Chihuahua (México), un joven narró en 2009 ser perseguido mientras conducía su camioneta a gran velocidad y en 2013 varias personas más contaron haber observado un humano volador en la ciudad de Santiago de Chile.

De remate, Chernoby: se dijo que poco antes del desastre nuclear ucraniano el hombre polilla estuvo por los alrededores.

Análisis

Al parecer tras la tragedia del puente el hombre-polilla nunca más volvió a ser visto por el lugar, lo que contribuyó a crear la conexión con el incidente.

Para unos era un ángel de la muerte advirtiendo de la inminente catástrofe, para otros el demonio que en realidad vino a causarla.

Algunos defendieron la teoría de la grulla, adornada con el detalle de que sería un animal mutante por efecto de la radiactividad que aún pudiera albergar la zona TNT.

Recordemos que estos hechos se produjeron en plena Guerra fría.

Se habló incluso de la maldición, 300 años atrás, de un jefe de la tribu Shawnee antes de morir ví­ctima de una emboscada.

Algunas personas que han vivido con intensidad una experiencia extraña ya están predispuestas a lo sobrenatural. En tales ocasiones disponen además del respaldo de «especialistas» adeptos a las Pseudociencias capaces de argumentar con mucha lógica todo tipo de teoremas paranormales.

Así los ufólogos consideran a Mothman un extraterrestre, mientras que para los criptozoólogos se trata de una especie de animal desconocida.

El especialista en leyendas urbanas Jan Harold Brunvand señala que el rastro de Mothman puede seguirse ampliamente en la prensa popular, relacionado casi siempre con fenómenos OVNI y bajo narraciones sensacionalistas poco documentadas.

Brunvand encontró elementos comunes entre muchos informes de Mothman y relatos populares más antiguos, lo que sugiere un conjunto de terrores tejidos con el folclore existente, sin olvidar estados alterados de conciencia por parte de los supuestos testigos.

Un detalle al respecto es que existen múltiples historias para no dormir protagonizadas por criaturas terroríficas que atacan el techo de un auto aparcado en la noche, en cuyo interior un par de adolescentes dan rienda suelta a su deseo…

Y otro detalle más. En la segunda mitad de los años 60 la Batmanía estaba en todo su apogeo causando furor en grandes y pequeños, de modo que no resultó difícil que la historia de un oscuro hombre alado se instalara definitivamente en el catálogo de leyendas americanas.

Festival y estatua

La pequeña población de Point Pleasant no quiso desaprovechar la publicidad y explota el negocio turístico derivado del misterio celebrando desde 2002 un Festival Anual de Mothman todos los meses de Septiembre.

Los viajeros que se acerquen a Point Pleasant podrán visitar su museo y, por supuesto, fotografiarse junto a la estatua metálica de Mothman que fue erigida en 2003.

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