Pastafaris

«La creencia central es que el Monstruo de Espagueti Volador, invisible e indetectable, creó el universo después de beber mucho. La borrachera del monstruo explica las imperfecciones del mundo creado.»

Uno de los principios del Pastafarismo

La legalización en España de la verdadera religión está en camino. ¡Qué mejor forma que demostrar lo absurdo de una cosa que hacerlo desde dentro!

El pastafarismo o religión del Monstruo de Espagueti Volador (abreviado, Monesvol o MEV) proviene de «Flying Spaghetti Monster» (abreviado, FSM) y es un neologismo derivado de pasta + rastafarismo.


Para pertenecer a ella los requisitos teológicos indispensables son muy simples: basta con haber comido espaguetis alguna vez, mientras que la ordenación puede hacerse directamente por email. Para colmo de dicha, el MEV también ama a los que somos ateos.

¿Por qué las creencias religiosas tradicionales han de ser respetadas por encima de otras, si para cada una de las religiones que pueblan el mundo las demás son inferiores cuando no falsas o ridí­culas?

Los pastafaris son conscientes de la estupidez de su credo, conscientes de proponer en realidad una sátira.

Ésta ha de ser la única religión donde el humor ha sustituido a la magia, con permiso también del Unicornio Rosa Invisible:

«Como todas las religiones, la religión del Unicornio Rosa Invisible se basa en la lógica tanto como en la fe. Tenemos fe en que los unicornios son rosas; y por la lógica sabemos que son invisibles, ya que no podemos verlos».

En el evangelio del Monstruo de Espagueti Volador los mandamientos resultan inmensamente lógicos, y entre ellos yo destacarí­a algunos preceptos de «Su Espaguetidad» (loada sea):

  • Vivir en paz, amar con pasión, y bajar el precio de la televisión por cable.
  • Si algunos no creen en mí­, no pasa nada. En serio, no soy tan vanidoso.
  • Yo no requiero sacrificios, y la pureza es para el agua potable, no para la gente.
  • Ninguno es mejor que el otro.
  • Me gustarí­a mucho que no construyeras iglesias/templos/mezquitas/santuarios multimillonarios a mi tallarinesca santidad cuando el dinero podrí­a ser mejor gastado.
  • Disfruto de las cosas sencillas de la vida.
  • Me gustarí­a mucho que no fueses por ahí­ contándole a la gente que te hablo. No eres tan interesante. Madura ya. Te dije que amaras a tu prójimo, tí­o, ¿no entiendes las indirectas?
  • Me gustarí­a mucho que no le hicieses a los otros lo que te gustarí­a que te hiciesen a ti.


Además hay otras creencias de esta doctrina que podrán convencer al más descreído, entre ellas que:

  1. En el paraíso hay volcanes de cerveza hasta donde alcanza la vista.
  2. Tienen una fábrica de bailarinas de striptease.

En cambio en el Infierno:

  1. Hay también volcanes de cerveza, pero está caliente y sin gas.
  2. Las bailarinas de striptease sufren enfermedades venéreas.

Los pastafaris devotos deben vestir completamente con atuendo de pirata y precisamente los desastres naturales que nos aquejan son consecuencia de la disminución de los piratas desde 1800.

Hombres sin fe, de credo imposible. Rezad conmigo:

Alabado sea MonEsVol, cuyas albóndigas todo lo ven y cuyos tallarines a todos nos acompañan
Alabado sea tu apéndice tallarinesco y tus albóndigas de soja.
¡Ramén, hermanos!

ENLACES

Un poco de historia.
El Pastafarismo en wikipedia
Entrevista con Bob Henderson, el profeta

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