Refranes españoles

Dijo el escarabajo a sus hijos: venid acá, flores mí­as

De enamorado a loco va muy poco

El amor hace mucho y el dinero lo hace todo.

En la batalla del amor el que huye es el vencedor

No hay moza sin amor, como no hay viejo sin dolor

Ni el que ama ni el que manda quieren compañí­a.

El amor es un egoí­smo entre dos

Amores, dolores y dineros no pueden estar secretos.

Cuando el gallo no canta, algo tiene en la garganta.

Más moscas se cazan con miel que con hiel.

Vaca de muchos, bien ordeñada y mal alimentada.

Aunque el burro estudió, de la «a” no pasó.

Cuando la gata anda en amores, buen tiempo para los ratones.

Trote de burro no dura mucho.

Dios todo lo puede, menos hacer beber a un burro si éste no quiere.

Hombre muy rezador, mal pagador.

La mujer es fuego, el hombre estopa; llega el diablo y sopla.

La mujer que de treinta no tiene novio, tiene un humor como un demonio.

No hay mujer que se tenga por fea, ni secreto que por siempre lo sea.

Al hombre honrado todo le cuesta caro.

Ayer putas, hoy comadres.

Cuál más, cuál menos, todos olemos.

Decir y hacer no comen en la misma mesa.

Cuando el bien pasa, mételo en tu casa.

Quien vive de esperanzas, muere de hambre.

Bien predica el ayunar quien acaba de almorzar.

El pueblo fuerte no aguanta al mal rey

Da a quien dió, pero no pidas a quien pidió.

Teme a un abogado más que a un dolor de costado.

Justicia sí­, pero no por mi casa.

A quien más tiene, más le viene

En la casa del pobre, todos gritan y nadie oye.

La gloria es de quien la gana y el dinero de quien lo agarra.

Si uno enriquece, otro empobrece.

Mundo loco, mundo loco…. unos tanto y otros tan poco!.

Afligir más al afligido es de corazón podrido.

Más vale amenaza de necio que abrazo de traidor.

Las penas no matan, pero rematan.

No se acuerda el cura de cuando fue sacristán.

Los valientes y el buen vino duran poco.

De hombres es errar y de bestias ser herrado.

Hablar poco y mal ya es mucho hablar.

Muchos empiezan y pocos acaban.

No se dice perfecto donde hay defecto.

Por los ojos entran los antojos.

Si los envidiosos volaran, siempre estarí­a nublo.

Tarde y mal, dos veces mal.

Ir romera y volver ramera, le sucede a cualquiera.

Quien a la taberna va y viene, dos casas mantiene.

Quien mucho se excusa, de pecador se acusa.

Entre la cuna y la sepultura, no hay cosa segura.

Mientras vas y vienes, vida tienes.

Ni buscar la muerte es valentí­a ni huirla cobardí­a.

El tiempo trae las cosas nuevas, las hace viejas y se las lleva.

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