The Warriors, los amos de la noche

«We fought all night to get back to this»?

¿Hemos luchado toda la noche para volver a esto?, se pregunta a sí­ mismo Swan con amargura al atisbar su barrio tras una larga noche de huida en pos de la supervivencia. Sabe sin embargo que a fin de cuentas están en casa, el lugar donde acostumbran a soñar con sitios mejores…

Es una de las escenas finales de The Warriors (1979) que en España llevó el subtí­tulo de «Los amos de la noche«, una de mis viejas pelí­culas favoritas, casi un clásico ya y obra de culto para muchos. Y tampoco ha envejecido tan mal.

El resumen de la pelí­cula es simple:

Cyrus, el lí­der de los Riffs, la banda urbana más poderosa de Nueva York, convoca a nueve miembros de cada una de las bandas de la ciudad (entre ellos los Warriors) a una multitudinaria reunión en un parque. Propone una tregua general y lanza cual mesí­as un mensaje de unión entre todos ellos. Y les incita a sumar: si hay más pandilleros que policí­as, ellos serán el nuevo ejército que domine la ciudad:

«Podrí­amos poner impuestos a los propios mafiosos, a la policí­a, porque somos los auténticos amos de la calle. ¿Os dais cuenta?»

Sin embargo tras pronunciar el discurso entre aclamaciones, es asesinado y los Warriors injustamente acusados por ello. Llega la policía y todo cristo escapa por piernas.

Ahora la consigna para todas las bandas será dar caza a The Warriors y el único propósito de éstos regresar sanos y salvos a su territorio de Coney Island. Ahí­ comienza la carrera, el largo camino de vuelta a casa mientras son hostigados sin descanso por las demás bandas y hasta por la policí­a.

Es la historia del mundillo de subculturas guerrilleras, grupos de jóvenes que se mueven sigilosamente por la noche adueñándose de las calles vací­as. El trasfondo puramente urbano, el metro de Nueva York con sus vagones sucios y repletos de grafitis y los amplios andenes desiertos, todo ello perfila el escenario principal de la historia.

The Warriors se asemeja a un videojuego -que realmente se hizo años más tarde- y ofrece una atractiva estética de cómic.

En todo momento la policí­a permanece en segundo plano como enemigo represor sin cara, en contraposición a los llamativos atuendos de los chicos malos, cada cual con su particular uniforme distintivo (probablemente los más logrados y quienes más intimidan sean los de las «furias del béisbol«).

«Baseball Furies»

El look estrafalario y colorista de las bandas sobre las calles mojadas y oscuras en la madrugada crean un contraste cautivador al que cuesta resistirse.

Los miembros de los Warriors luchan por sus vidas e intentando sobrevivir en la jungla urbana aprenden el sentido de la lealtad. Una crónica juvenil que puso de moda el género de las películas de bandas callejeras.

Con el punto final que da paso a los créditos arranca una canción magní­fica, perfecta como remate del film. ¡Son los Eagles!, garantí­a de melodí­as bien hechas y tí­picamente americanas.

In The City fue escrita por Joe Walsh, guitarrista de The Eagles, para la banda sonora de la película. A los Eagles les gustó y decidieron incluirla en su álbum The Long Run.

The Eagles
In The City

LYRICS

Somewhere out there on that horizon
out beyond the neon lights
i know there must be somethin’ better
but there’s nowhere else in sight

It’s survival in the city
when you live from day to day
city streets don’t have much pity
when you’re down, that’s where you’ll stay

In the city, oh, oh.
in the city

I was born here in the city
with my back against the wall
nothing grows, and life ain’t very pretty
no one’s there to catch you when you fall

Somewhere out on that horizon
faraway from the neon sky
i know there must be somethin’ better
and i can’t stay another night

In the city, oh, oh.
in the city


The Eagles
En la ciudad

LETRA en español

En algún lugar de ese horizonte
más allá de las luces de neón
se que debe haber algo mejor
aunque no aparezca nada a la vista.

Esta es la supervivencia en la ciudad
cuando vives el dí­a a dí­a
las calles de la ciudad no tienen mucha compasión
cuando estás abajo ahí­ es donde te quedarás

En la ciudad, oh, oh
en la ciudad.

Nací­ aquí­ en la ciudad
con la espalda pegada a una pared
donde nada crece y la vida no es hermosa
nadie hay para cogerte cuando caes.

En algún sitio ahí­ sobre aquel horizonte
más allá del cielo de neon
se que debe de haber algo mejor
y no puedo permanecer otra noche
en la ciudad, oh, oh,
en la ciudad.

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