Libros, libros, libros

Me he pasado la vida leyendo libros, preferentemente tumbado en la cama cada noche y, para mi desgracia, muchos de ellos de índole literaria.

Aún así, si recordase con precisión un 10% de todo lo leído, sería por lo menos capitán general, gran almirante de la mar océana o consejero delegado en la corporación internacional más prestigiosa.

Sin embargo no nos hacemos ilusiones: aunque el aprendizaje debe estar por ahí y haber contribuido a un crecimiento personal íntimo y difuso, la retentiva automática no sirvió de mucho en cuanto a desarrollo profesional o logros tangibles y ahora que peino las primera canas soy consciente de que la memoria acaba de iniciar su progresivo y natural declive.

Unas cuantas notas de lo más diverso que tuve precaución de tomar procedentes de algunos libros de aquellos años es todo lo que tengo. Con paciencia espero recopilar por aquí otras muchas ideas junto con ilusiones dormidas (siempre que sea capaz de despertarlas).

Etiquetas:

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Privacidad y cookies

Utilizamos cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mismas Enlace a polí­tica de cookies y política de privacidad y aviso legal.

Pulse el botón ACEPTAR para confirmar que ha leído y aceptado la información presentada


ACEPTAR
Aviso de cookies