La adicción al conocimiento o la necesidad de estí­mulos nuevos

«La sed de conocimiento funciona como un «opio» para el cerebro. (…) cuando conseguimos comprender algo se desata una «cascada bioquí­mica» que recompensa al cerebro con una inyección de sustancias opiáceas naturales» (las denominadas endorfinas).»

Tesis perteneciente a un trabajo publicado por investigadores de la Universidad de Southern California en 2006.

No es divertido enfrentarte a la resolución de algún tipo de problema, pero si lo resuelves, simplemente te sentirás muy bien.

Este placer que produce saber más y resolver problemas, aseguran los cientí­ficos, podrí­a ser el motor que conduce a los humanos a absorber más conocimiento y tendrí­a un importante papel evolutivo.

«El sistema nervioso tiende a «premiar» de alguna manera los conocimientos novedosos. De esta forma, cuando se repite el estí­mulo una y otra vez, el nivel de «recompensa» neuronal decae y la atención se dirige a otros asuntos. Este aprendizaje competitivo entre las neuronas otorga una ventaja evolutiva a nuestro cerebro: la necesidad de experimentar nuevos estí­mulos y resolver nuevos problemas nos conduce a una búsqueda constante de nuevos conocimientos».

Vía Fogonazos
Artículo completo (en inglés)

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