Luis Cernuda. De «El ruiseñor sobre la piedra»

Porque me he perdido
en el tiempo lo mismo que en la vida,
sin cosa propia, fe ni gloria,
entre gentes ajenas
y sobre ajeno suelo
cuyo polvo no es el de mi cuerpo;
no con el pensamiento vuelto a lo pasado
no con la fiebre ilusa del futuro,
sino con el sosiego casi triste
de quien mira a lo lejos, del camino,
las tapias que de niño le guardaran
dorarse al sol caído de la tarde,
a ti Escorial, me vuelvo.

Hay quienes aman los cuerpos
y aquellos que las almas aman.
Hay también los enamorados de las sombras
como poder y gloria. O quienes aman
sólo a sí mismos. Yo también he amado
en otro tiempo alguna de esas cosas,
mas después me sentí a solas con la tierra,
y la amé, porque algo debe amarse
mientras dura la vida. Pero en la vida todo
huye cuando el amor quiere fijarlo.
Así también la tierra la he perdido,
y si hoy hablo de ti es buscando recuerdos
en el trágico ocio del poeta.

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