Glosario vivo del habla de Cardeña: Expresiones
Introducción
En un artículo anterior abordamos algunos vocablos propios de Cardeña. Hoy damos un paso más reuniendo una selección de expresiones que configuran nuestro modo de hablar: frases y giros cotidianos llenos de humor, ironía y sabiduría popular que pintan con palabras el carácter singular de esta tierra.

Basta volver al pueblo para escuchar estas expresiones en saludos familiares, charlas con conocidos o conversaciones al azar que nos conectan con quienes nos precedieron y mantienen viva la identidad local. Aunque algunas fórmulas tienden a perderse, muchas otras siguen plenamente vigentes, recordándonos la vitalidad del habla popular. Todas, sin excepción, forman parte esencial de lo que somos.
En Cardeña, como en tantos pueblos de España, sobrevive un valioso patrimonio oral, una herencia transmitida de generación en generación que encierra tanto la memoria como el temperamento de su gente.
El patrimonio intangible de la lengua
Al hablar de patrimonio pensamos en monumentos, paisajes o bienes materiales, sin embargo, la lengua también lo es: un patrimonio invisible esencial.
Las expresiones del habla popular desaparecen al mismo ritmo que los oficios y costumbres que las originaron, por lo que merece la pena registrarlas y compartirlas, ya que cada frase encierra un valor expresivo y comunicativo único.

Contexto histórico y cultural
La vida cotidiana en Cardeña siempre estuvo marcada por el esfuerzo: el agua no manaba del grifo y el pan era fruto del trabajo diario. Generaciones enteras crecieron en este entorno de limitaciones, exigencias del campo, escasez y, a menudo, la necesidad de emigrar.
Todo ello forjó un carácter colectivo sobrio, parco en palabras, pero a la vez animoso y tenaz. Entender estas circunstancias ayuda a comprender mejor nuestra manera de expresarnos.
El castellano de Cardeña, al igual que en toda la comarca de Los Pedroches, recoge influencias manchegas y extremeñas y se matiza con el acento andaluz del interior. De ahí surge un vocabulario rico y variado en el que aún resuenan arcaísmos y giros propios.

Entre sus rasgos principales destacan:
- La huella del mundo rural. El lenguaje mantiene múltiples referencias a la tierra, el ganado y los ciclos de trabajo.
- La economía verbal: frases breves y certeras, a menudo cargadas de doble sentido.
- La sobriedad expresiva, común en el interior peninsular: una forma de hablar directa y sin adornos innecesarios, reflejo de una mentalidad pragmática.
- La sorna: el humor y la ironía como válvula de escape ante las adversidades, para quitar gravedad a los asuntos o retratar con ingenio las actitudes irritantes o ridículas de los demás.
Se desarrolló así un habla contenida, funcional y a la vez creativa, que comunica lo esencial y afianza la identidad compartida.
El lenguaje de los abuelos, lenguaje de todos
Las expresiones locales, según el tono, pueden sonar ofensivas o cariñosas, resignadas o jocosas, pero siempre devuelven el eco de una forma de entender la vida. Muchas resuenan desde la época de nuestros abuelos; otras se han ido desvaneciendo. Cada una encierra una pequeña historia, un guiño o una visión particular del mundo.

Lo que no se emplea se olvida, por eso siempre he mantenido el oído atento a esas expresiones atrevidas, inesperadas y llenas de chispa.
La riqueza del habla cardeñosa
Frente a la idea de un “andaluz único”, es importante recordar que cada pueblo tiene su voz. En Cardeña, como en cualquier otro lugar, el habla cotidiana nombra el clima, las faenas, la vida cotidiana y los vínculos personales. Algunas expresiones parecen exclusivas, sin embargo también se escuchan en pueblos vecinos —o incluso lejanos— con sus variantes. Las palabras, como el viento, viajan sin pedir permiso a las fronteras.
El habla cardeñosa es espontánea, expresiva y retrata cómo somos y cómo nos comunicamos. No es inferior a ninguna otra, sino única y valiosa, y así conviene valorarla.

He reunido aquí un conjunto de dichos que continúan oyéndose en Cardeña. Algunos sorprenden por su expresividad gráfica, otros por su ingenio. Pueden emplearse con picardía, afecto o humor, pero en todos los casos trazan el carácter de esta tierra y serán reconocibles para quienes han crecido aquí, en un entorno donde el silencio del campo aún guarda la memoria de quienes lo trabajaron.
Este glosario no aspira a ser académico ni exhaustivo, sino que es una recopilación personal que nace de la escucha familiar, la vida cotidiana y los recuerdos de quienes nos antecedieron. Su único propósito es conservar y difundir este patrimonio lingüístico que forma parte de nuestra identidad local. Cualquier lector está invitado a aportar nuevas expresiones o variantes que conozca o recuerde.
A continuación, se presenta un diccionario rápido del hablar de estas tierras a través de frases hechas.
Catálogo de expresiones y dichos populares de Cardeña
En este trabajo se registran un puñado de expresiones y dichos de uso habitual en Cardeña, herederos del léxico tradicional de este rincón andaluz. La recopilación incluye frases hechas, modismos y refranes, acompañados de su significado y, cuando procede, algo de contexto.
Encontraremos desde eufemismos rurales hasta giros coloquiales que hablan de estados de ánimo, maneras de ser, situaciones cotidianas u observaciones sobre la vida y la sociedad.
Para facilitar la lectura y dar dinamismo al conjunto, he organizado las expresiones en las siguientes categorías:
- Vida cotidiana, situaciones y costumbres
- Sobre sentimientos, el aspecto físico, la salud y la muerte
- Frases hechas, comparaciones y exclamaciones expresivas
- Refranes y moralejas
- Sobre el carácter, las relaciones y el comportamiento
Vida cotidiana, situaciones y costumbres
- Ir a ensuciar
Eufemismo propio del ámbito rural y tradicional andaluz para referirse a la acción de hacer las necesidades corporales (específicamente, defecar):
«Se ha ensuciado en los pantalones»
- Ir a obrar
Igual que el anterior, ir al cuarto de baño para hacer las necesidades. De nuevo evita palabras explícitas para mantener la discreción o decoro en la conversación cotidiana.
- Ni zarrapeta
No dejar absolutamente nada, acabar con todo (comida, bebida o lo que sea).
“Se lo comieron todo, no han dejado ni zarrapeta”.
- Darle al trinque
Coloquialmente beber alcohol. Proviene probablemente del inglés drink (bebida), y en el habla popular andaluza se utiliza para nombrar un trago o la acción de beber.
- A cosa hecha, a cosita hecha
Adrede, a propósito.
“Mentira, lo has hecho a cosita hecha”
- De gañote
De balde o de gorra. La expresión ir de gañote consiste en asistir a un evento o lugar a comer y beber sin pagar.
“Prefiero que paguemos, no me gusta ir de gañote”
- Mala changa
Se utiliza para expresar que una situación tiene mala pinta y va a traer problemas, como sinónimo de «mal asunto».
- A tente bonete
Muy lleno o a rebosar y sin mucho orden ni concierto.
«Tenían la cochera a tente bonete, no cabía un garbanzo»
- Ir de perol
Una expresión tradicional muy cordobesa referida a salir al campo a pasar el día con amigos o la familia para comer y beber: se lleva comida, se hace un fuego y se comparte todo en grupo.
- Estar apañao / Ir apañao
Cuando dices «estás apañao” o “vas apañao”, en realidad quieres decir todo lo contrario: que no está resuelta la situación, que estás metido en un buen marrón, complicación o lío. Se utiliza de manera irónica, con un tono que puede ser tanto de burla como de compasión.
- Echar a los ciegos
Participar en los sorteos de la ONCE.
- No dejarlo muy demonio
Una expresión como «No lo dejó muy demonio” en el contexto de un lugar, espacio o cosa que se ha limpiado, significa que no ha quedado del todo limpio ni perfecto, sino a medio hacer. Puede que tenga un pase y puede que no.
- Estar como los turroneros
Se utiliza para describir a alguien que va de un lado a otro, siempre cambiando de sitio, trabajo o actividad. Hace referencia al hecho de que los vendedores ambulantes de turrón tradicionalmente iban de feria en feria y de pueblo en pueblo, siguiendo las fiestas y moviéndose constantemente.
«Ya ves que no paro, me tienen toda la mañana como a los turroneros»
- Dar sorbitones
Describe el acto de aspirar los mocos por la nariz en vez de expulsarlos, de forma repetitiva y sonora por congestión nasal, y suele usarse en tono coloquial o algo humorístico.
- Irse de vareta
Tener diarrea o cagalera. Simboliza con un lenguaje desenfadado el acto de evacuar de forma urgente e incontrolada, y se aplica cuando alguien necesita salir corriendo al baño.
- Dar de mano
Dejar de trabajar porque ha terminado la faena del día. Se entiende como soltar la mano de la herramienta, es decir, la jornada laboral ha finalizado.
- Estar todo amasao
Significa que un asunto ya está decidido y “atado” y que no hay nada más que puedas hacer. Con frecuencia alude a tratos de favor, cuando un tema se ha preparado o resuelto de antemano.
“El puesto va a ser para fulanito, eso ya lo tenían amasao hace tiempo”
- Soltar la manteca
Soltar la pasta, expresión informal que implica desembolsar dinero.
- Mejor que en brazos
Estar muy a gusto. Describe una situación en la que una persona se encuentra cómoda y sin preocupaciones, evocando la sensación de seguridad, cuidado y relax como la que siente un bebé.
- Echar una cabezá
Dormir un rato corto, una siesta rápida.
- Sacaero de dinero
Se aplica a algo o alguien que consume mucho dinero sin dar un beneficio proporcional, es decir, un gasto continuo, un pozo sin fondo.
- Un momentito que la están peinando
Se responde así a quien nos apremia a finalizar un asunto o tarea determinada y al que pedimos calma, paciencia, indicando que aún falta un detalle final. Puede usarse tanto en tono serio (para que no nos presionen) como burlón (contra alguien demasiado impaciente).
- De la misma cama
Cuando se dice que dos hermanos «no son de la misma cama«, estamos aludiendo a hermanastros, expresando de manera figurada que tienen padres diferentes. La «cama» en este contexto simboliza el acto de procreación.
- Con el culo a tres manos
Estar con el culo a tres manos es una variante de la más extendida «con el culo a dos manos», usada en el español coloquial y malsonante para expresar que alguien está muy agobiado, en prietos, desbordado de tareas. Un tipo de humor visual y vulgar, muy andaluz en su expresividad, para dar la imagen de que ni con tres manos podrías apañarte.
- No se puede estar en misa y repicando
No se pueden hacer dos cosas muy diferentes o incompatibles al mismo tiempo, no es posible atender a dos asuntos a la vez que requieren dedicación.
- Tener muchos novios
Cosa muy deseada por muchos. Se aplica a un asunto, cosa o propiedad que atrae interés de varias personas a la vez, con intención de obtener beneficio o aprovecharse de ella. Es como decir “está muy solicitado”.
“Ya veremos quién se la queda, porque la casa tiene muchos novios”
- Dar la bulla
Causar ruido excesivo, incordiar.
“No me des más la bulla” (“no me comas la cabeza”).
- Tener bulla
Estar ocupado con mucho trabajo.
“Ahora no puedo ir, que tengo mucha bulla”
- Meter bulla
Aparte de hacer ruido o causar alboroto, también se utiliza para indicar que debes intervenir y presionar a alguien por un asunto parado que a ti te interesa agilizar.
“Tú mételes la bulla, que si no se te pasa el plazo”
- De bureo, de pureo
Ir de juerga, salir de fiesta sin un destino fijo y sin horario, simplemente para divertirse y pasarlo bien. A menudo se escucha “de pureo” como variante fonética o reinterpretación local.
- Habrá que irse, que esta gente querrá acostarse
Señala que ya es tarde y ha llegado el momento de terminar una visita o reunión. Se expresa con un tono amable y considerado para recalcar que no queremos molestar a los anfitriones, dándoles la oportunidad de retirarse a descansar. No obstante, muchas veces se usa como simple pretexto cuando uno está deseando largarse.
- Ponerse como el Quico o como el tío Quico
Hartarse a comer, beber o lo que sea. Sinónimo de ponerse morado o ponerse las botas.
- Recién cagao
Se refiere a alguien que ha nacido hace poco tiempo, es decir, un bebé o recién nacido, señalando que acaba de surgir o aparecer. A pesar de ser una expresión muy burda, se utiliza sin ánimo ofensivo.
- No ver tres en un burro
O «no ver tres montados en un burro». Se utiliza en tono cómico para indicar que una persona tiene muy mala vista, especialmente de lejos. El dicho hace referencia a la dificultad para distinguir objetos grandes y evidentes, como tres personas sobre un burro, lo que sería fácil para quien tiene buena visión.
- Ponerse púo
Estar lleno o satisfecho después de haber comido o bebido en abundancia. Muy similar a ponerse como el tío Quico.
“Vinieron los amigos y nos pusimos púos”
- Echar la parcería
Acción de convidarse, invitarse unos a otros las consumiciones del bar. Implica que el grupo de amigos se ayuda mutuamente a pagar las rondas en un ambiente de camaradería.
“Me voy al bar a echar la parcería”
- A punta pala
Literalmente en una cantidad muy grande, abundante o exagerada.
“Esos tienen cuartos a punta pala.”
- An cá
“A casa de”, una de las más populares contracciones coloquiales andaluzas, haciendo referencia al domicilio de alguna persona y acompañado del nombre de quien vive allí.
“Voy an cá la abuela.”
- Ser muy sentío
Persona especialmente sensible y emocional, que se lo toma todo muy a pecho. Se emplea tanto para subrayar la empatía y la bondad como para señalar que esa persona se ofende o afecta con facilidad.
“¿Pero hombre, ¿cómo le dices eso con lo sentío que es?”
- Un taco
La expresión andaluza un taco indica mucho, gran cantidad, un montón de cualquier cosa.
“Había un taco gente en la plaza”
- Culillo de mal asiento
Inquieto, que no para en ningún sitio. Puede tener el matiz de inconstante e incapaz de centrarse, aunque también de persona decidida y con aspiraciones.
- Hasta el copete
Algo que está lleno o saturado. Por ejemplo, si decimos de un lugar que “estaba hasta el copete”, es porque se encontraba atestado de gente.
«Estoy de trabajo hasta el copete»
- Sacao de culero
En el habla popular, la expresión “sacado de culero” describe a una persona ya criada, que ha salido de la infancia y dejado los pañales, es decir, ya no es estrictamente un niño.
- Abriero de boca
Bostezos continuados, cuando no dejas de abrir la boca por sueño o cansancio.
“Anda, acostaros ya que vaya abriero de boca que tenéis las dos”
- Más liao que la pata un romano
Para describir a una persona que anda muy enredada o confundida en una labor o una situación complicada.
- Dar un agua
Hacer una limpieza o lavado rápido sin especial esmero, sin emplear mucho tiempo o esfuerzo.
- Tener jelera
Se asocia a la idea de lentitud, indolencia o una falta de ganas de hacer cualquier cosa: alguien que se mueve con desgana, como si le costara mucho trabajo realizar cualquier acción.
«¡Vaya jelera que tiene!»
- Hacer tiestos
Se usa en el sentido literal de romper o destrozar cosas, normalmente por torpeza o por descuido.
“Dejad de correr que vais a hacer tiestos”
- Tirar los tiestos
Igual a «tirar los tejos». Tiene origen en una antigua costumbre de cortejo que consistía en dejar caer desde el balcón un tiesto (maceta de barro) delante de la persona que se quería agasajar o llamar la atención. Al romperse el tiesto hacía ruido, lo que servía como excusa para acercarse e iniciar una conversación. Así, «tirar los tiestos» equivale a coquetear con alguien intentando ligar.
Sobre sentimientos, el aspecto físico, la salud y la muerte
- No estar muy católico
Sentirse indispuesto, no estar en las mejores condiciones.
“No estoy hoy yo muy católica”
- Quedarse un pellizco
Suele decirse “Ese pellizco se me ha quedado” cuando una experiencia o una situación desagradable nos ha dejado un sentimiento interior de dolor, pena o angustia que perdura en el tiempo.
- Tener un desconsuelo en el estómago
Generalmente sentir debilidad o vacío en el estómago debido al hambre o a la falta de alimento, aunque también se utiliza para describir la sensación física de ansiedad, nerviosismo o angustia personal.
- Ponérsele a uno las tripas negras
Expresa una rabia contenida o enfado extremo que se siente de forma muy intensa y visceral. La frase es una metáfora muy gráfica de la ira.
“Cada vez que lo veo otra vez parado se me ponen las tripas negras”
- Arrugar el morro
Tiene un sentido muy gráfico y directo: mostrar desagrado, disgusto o desaprobación ante algo. Literalmente, “morro” equivale a la boca o al rostro, así que arrugar el morro es fruncir los labios o la nariz en un gesto típico de rechazo.
- Tener el hocico arrugao
Igual al anterior, es decir, visiblemente enfadado o de mal humor, mostrando una mueca o gesto de desaprobación.
- Tener peanas
Estar aquejado de dolores, achaques o molestias físicas, especialmente cuando se perciben de una forma continua o molesta.
«¿Qué tal está tu madre? – Ahí sigue, con sus peanas»
- Tener peonías
Coloquialmente, «decir tonterías» o «soltar pamplinas», donde «peonías» se refiere a palabras o comentarios sin mucho valor o sentido, similares a chorradas o disparates.
«¡Déjate de peonías!»
- Estar hecho (o hechito) mistos
Hablando de personas, estar muy cansado, exhausto, para el arrastre (equivalente a “hecho polvo” o “reventado”) y en cuanto a cosas u objetos: hecho trizas, destrozado.
- Echar hasta las asauras
Vomitar con tanta fuerza que no queda nada dentro. Por extensión, se usa también cuando alguien se ha quedado sin fuerzas o ha dado de sí todo lo que podía. Una expresión muy propia de hablas rurales.
- Más flojo que un mendo
Variante de «más flojo que un vendo» para expresar cuando te sientes débil, sin fuerzas o energía, mal físicamente. También para aludir a alguien muy perezoso, que nunca muestra ganas de trabajar y, referido a objetos, algo flácido, falto de consistencia.
- Irse al huerto de los almendrillos
Eufemismo para referirse a la muerte, una forma jocosa a la vez que poética y sutil de decir que alguien ha fallecido. La frase compara el acto de morir con ir a un lugar tranquilo, un huerto, como metáfora del cementerio donde la gente «descansa» para siempre.
- A qué pobrecito se le habrá enfriao la boca
Refleja un lamento al preguntarse retóricamente quién habrá fallecido tras escuchar el doblar de las campanas. Al oír este toque, la gente soltaba esta frase como forma de expresar tristeza, desconcierto y respeto por la persona fallecida. Es una formulación poética que simboliza que la persona ha dejado de hablar (se le «enfría la boca»).
Frases hechas, comparaciones y exclamaciones expresivas
- ¡Leche y picón!
Manera de responder irónica y despectiva indicando que no te importa o bien es como un lamento o frustración cuando algo sale contrariamente a lo que pensábamos.
«Después de tanto esfuerzo… leche y picón”
- ¡Despachar!
Fórmula antigua de llamar al entrar en una tienda, cuando no veías a nadie en el mostrador y así pedías ser atendido.
- Joío por culo
Sujeto que te provoca malestar y conflictos, aunque curiosamente puede emplearse de forma cariñosa hacia alguien.
“Sí, es muy listo, pero el joío por culo no quiere estudiar”
- ¿Apaecío?
Contracción arcaica de la frase «¿Ha aparecido?», en un uso propio de ámbitos rurales o entre personas que tienden a simplificar o contraer las palabras en el habla cotidiana.
- Así o asao
Igual que la expresión así o asá: “de un modo u otro”. Es decir, con tal de que se haga una cosa, da igual de qué manera.
“Me da igual que lo hagas así o asao, pero termínalo de una vez.”
- ¡La vística!
Una expresión de sorpresa, emoción o asombro, ya en desuso, muy similar a decir “¡La Virgen!”
“¡La vística, qué susto me has dao!”
- ¿Qué apañáis?
Funciona como saludo de confianza o pregunta de cortesía. Equivale a un “¿Qué hacéis?”, “¿Cómo vais?”, y no espera siempre una respuesta concreta, a menudo se dice por romper el hielo e iniciar la conversación.
- A pique de…
“A punto de”, “casi”, “por poco”. Se usa para situaciones que estuvieron al borde de suceder, con el matiz de riesgo o peligro, habiéndose evitado algo que no convenía.
“Sigue en esa misma empresa que estuvo a pique de quebrar”
- A la trápala
Hacer algo de forma precipitada, desordenada o sin atención ni cuidado. Es una expresión cercana a “a la ligera”.
“Levantaron el muro a la trápala y claro, ya se está venciendo.”
- Naíta ná
“Nada de nada”, “absolutamente nada”, una manera muy común en Andalucía de enfatizar la ausencia total de algo.
“¿Tenéis trabajo hoy? -“Naíta ná, está tó parao”
- ¡Joe que te joe!
(Jode que te jode) es un exabrupto expresivo para manifestar de manera enfática enfado o indignación, dependiendo del contexto y del tono. Es parecido a la expresión “Dale que te pego”.
- ¡Que viene el tío mantequero!
Similar al hombre del saco, se utilizaba antiguamente en el mundo rural para asustar a los niños para que obedecieran y se portaran bien.
- Picar el abejorro
Una expresión muy gráfica y pintoresca, usada por familiares o vecinos mayores para comentar la pubertad. Se refiere a los signos físicos visibles en el pecho de los adolescentes, sobre todo los primeros indicios de desarrollo sexual o cambios hormonales, como el crecimiento de los pechos en chicas o la aparición de vello en chico.
- Una chispa
Una cantidad muy pequeña, un poco de algo.
“Espera una chispa que en seguida estoy contigo»
“Ná, solo he bebido una chispa»
- Más malo que un dolor de muelas a medianoche
Situación o experiencia extremadamente desagradable y dolorosa. Y en lo tocante a personas, alguien realmente malvado.
- Más tonterías que un mueble bar
Lugar recargado de objetos inútiles. También persona llena de manías o que dice muchas bobadas y comentarios absurdos.
- Temer más que a una vara verde
Cuando se tiene mucho miedo a una persona, situación o consecuencia negativa. La «vara verde» se percibe como más dura y dolorosa que otras varas.
“Sé que tengo que hablar con él, pero es que le estoy temiendo más que a una vara verde”.
- Más helao que una llave
Una comparación coloquial que se usa para decir que alguien o algo está muy frío. Pensemos que antiguamente todas las llaves eran de hierro, y en invierno coger una llave era como agarrar un témpano. Esa experiencia se convirtió en comparación popular..
“Aguantando en la cola me he quedado más helao que una llave”.
- Más blanco que la teta una monja
Un giro popular muy gracioso para describir a alguien que está extremadamente pálido o de un color blanco muy intenso. Suele usarse para referirse a la piel de quien apenas ha tomado el sol.
- Ver menos que Pepe Leches
Dicho coloquial que se refiere a ver mal o tener vista defectuosa.
- Hasta la pera
Se usa como muletilla muy expresiva, casi siempre con tono de queja: estar harto, cansado o saturado de algo o de alguien. Equivale a un “hasta las narices”. También se escucha “no me sale de la pera”, que es como decir “no me da la gana” (por decirlo suavemente).
- Ser o parecer el espíritu de la golosina
Alguien que se ha quedado muy delgado y parece desnutrido. Tiene un tono cariñoso y a la vez irónico: no se usa como insulto directo sino como manera pintoresca de remarcar la delgadez de alguien.
«Anda hijo, come, que pareces el espíritu de la golosina»
- La torta un pan
La frase es parte de la expresión coloquial “costar la torta un pan” que significa que a alguien le ha salido algo más caro de lo que vale o le ha causado un perjuicio mayor de lo esperado.
- En una volá
Hacer algo rápidamente, sin emplear mucho tiempo. Equivalente a expresiones como “en un periquete” o “en un santiamén”.
“No te preocupes, esta tarde traigo a mi hijo y lo hacemos en una volá”
- Negro como un jumero
Para referirse a algo o alguien que está muy sucio, tiznado o ennegrecido, comparándolo con la pared interior de una chimenea («jumero«), que se cubre de hollín y se vuelve totalmente negra por el humo y el fuego.
- Más hambre que el perro un ciego
Hipérbole o exageración popular para expresar un hambre intensa.
- Más basto que unas bragas de esparto
Una persona muy tosca, vulgar, sin ninguna finura.
- Como la tía Gabina, que no sabe si mea o si orina
Para referirse a una persona que está confusa, indecisa y que no sabe bien lo que quiere. La frase, con su tono humorístico y despectivo, resalta la falta de claridad en las acciones de alguien.
- Más malo que el sebo perro
Hipérbole con sabor rural para señalar algo de ínfima calidad: comida de mal sabor, vino pésimo, objeto inútil. El sebo de perro se consideraba de lo más desagradable e incomible.
- Ver la procesión de los ángeles
No pegar ojo, pasar la noche en vela. Originalmente se refería, de manera figurada y humorística, a acostarse sin cenar y tener alucinaciones, sueños extraños o visiones causadas por el hambre.
- Se va a cagar la perra
Una forma coloquial muy contundente de advertir que se avecina algo sonado, que se va a armar un lío o que va a suceder algo importante y emocionante, ya sea para bien o para mal.
- Más largo que el parto la burra
Para describir una situación o tarea que se prolonga de manera excesiva y parece no tener fin. Es una forma coloquial muy gráfica de exagerar la duración de algo.
- Más grande que el día del Señor
Esta expresión se usa a modo de lamento o imploración para manifestar un momento de desesperación, angustia o asombro ante algo difícil de soportar. Enfatiza la magnitud de la situación utilizando la grandiosidad de la fiesta religiosa para exagerar la dimensión del problema.
- Más feo que pegarle a un padre
O en la variante larga: “Más feo que pegarle a un padre con un calcetín sudao”. Tiene ese tono humorístico y exagerado tan andaluz, y describe algo o a alguien extremadamente feo. La frase compara la fealdad con una de las acciones socialmente más repudiables: agredir a un padre. La comparación busca enfatizar de forma contundente lo desagradable que resulta algo.
- Ya pa bardones
Con un tono de reproche o decepción, cuando alguien o algo llega demasiado tarde, fuera de tiempo y ya no nos sirve de nada.
- De Guatemala a Guatepeor
De mal en peor. Se basa en un juego de palabras para señalar que el cambio o la evolución de algo ha ido a peor o intentando solucionar un problema se ha creado otro aún mayor.
- Moverse más que un saco de ratones
Una comparación muy gráfica y chistosa para enfatizar el nivel de actividad o nerviosismo de una persona que no deja de moverse.
- Pelar la pava
En Cardeña y Los Pedroches se utiliza sobre todo para relaciones juveniles o cortejo entre parejas: coquetear, hablar con intención amorosa o charlar de manera romántica.
“Se pasaron la tarde pelando la pava, así que me escabullí en cuanto pude”.
- Ni habla, ni paula
Así se tilda a quien no suelta palabra en una conversación con otras personas, bien por timidez, prudencia, desinterés o para no contrariar.
- Ni Juan ni Juanillo
Yo lo escuchaba de niño aplicado con el mismo sentido que la expresión “Ni tanto ni tan calvo”, es decir, cuando una persona o una situación pasa de un extremo (demasiado) al otro (demasiado poco), sugiriendo que hay que encontrar un punto intermedio.
- Hasta el corvejón
Hasta el fondo, para enfatizar la intensidad o profundidad con la que se hace algo, como en «meter la pata hasta el corvejón”.
- Más guarro que la pachocha
La frase completa era: “Más guarro que la pachocha, que se bajaba las bragas a peos”. Un dicho intencionadamente grosero e insultante para describir la falta de higiene de otra persona.
- Tirarse el pego
Fingir, fanfarronear tratando de impresionar, aparentar algo que no es.
Refranes y moralejas
- La suerte de la fea, la bonita la desea
La suerte y la felicidad no dependen de la belleza o la apariencia física. El dicho subraya la idea de que la suerte es caprichosa y puede favorecer a cualquiera, sin importar su aspecto físico.
- Si culo veo, culo deseo (o si culo veo, culo quiero)
Habla en tono de censura de gente envidiosa y muy caprichosa, a quienes al ver algo que tiene otra persona, inmediatamente lo desean para sí mismos.
- Más vale una vez colorao que ciento amarillo
Es mejor enfrentarse a algo de manera directa y clara una sola vez, aunque nos cueste, que andar postergando los problemas. Este dicho anima a enfrentarse a las situaciones difíciles o conflictos con firmeza y a expresar lo que se piensa para evitar quebraderos de cabeza posteriores.
- No caerá esa breva
Muestra escepticismo ante algo que se desea mucho, pero que se considera muy poco probable que suceda.
- Unos tienen la fama y otros cardan la lana
Mientras unos se llevan el mérito, aquellos que realizaron la mayor parte del esfuerzo no reciben el mismo reconocimiento.
- A la vejez, viruelas
Es un dicho popular que se usa para comentar situaciones inesperadas que llegan tarde en la vida, normalmente algo indeseado o sorprendente. Refleja irónicamente cómo la vida puede sorprender incluso cuando uno ya cree que todo está dicho o hecho.
- Cada uno cuenta la feria según le va
Cada cual relata una experiencia según su propia perspectiva. La frase indica que la visión o el relato que alguien da sobre un asunto siempre será subjetivo. El origen del dicho se remonta a las antiguas ferias de ganado, donde algunos realizaban buenos negocios y en cambio otros no.
- Y vuelta la burra al trigo…
Se le dice a quien insiste repetidamente en un mismo tema a pesar de que ya se le haya dicho que no, o se le ha demostrado que no tiene razón. Es la manera de indicar que se trata de una persona muy terca.
- Tontería que briegues
Muy parecido a decir “es inútil”. Una afirmación resignada de que en ciertas situaciones es inútil luchar porque sabes que el resultado no vale la pena o llevas las de perder.
- Todos los trabajos son trabajosos
Un antiguo dicho que trata de recordarnos que cualquier actividad o faena requiere esfuerzo y dedicación, tiene su dificultad, y que por tanto no debemos menospreciar el trabajo de nadie.
- San Juan viene, déjalo que llegue
Una cantinela que sirve como queja o lamento hacia una persona a la que se le pide una tarea y que tarda muchísimo en acudir, no tiene prisa y lo retrasa todo.
- Borreguitos en el cielo, charquitos en el suelo
Los «borreguitos» son las nubes de tipo cúmulo con forma de copos o de pequeños borregos de lana. Cuando aparecen en el cielo, con ese aspecto algodonoso y agrupadas, suelen ser un indicio de que se avecina una tormenta o un chaparrón.
- Mándalo y hazlo y serás mozo y amo
Otra sentencia. La emplea en tono de queja quien ordena a otro hacer algo pero acaba realizándolo él mismo porque ese otro no se involucra, se demora demasiado o no lo hace bien.
- Cada mochuelo a su olivo
Es momento de que cada persona vuelva a su hogar o a su lugar de origen. Se utiliza para dar por terminada una reunión, un evento o una conversación y es una forma coloquial de sugerir que es hora de recogerse.
- En agosto frío en el rostro
Refrán popular que hace referencia a un cambio en la temperatura que, aunque sutil, se percibe en ese mes. Aunque agosto sea caluroso durante el día, puede que el frescor ya empiece a notarse por las noches.
- El que se pica, ajos come
Una de esas frases sabrosas del refranero popular cargadas de ironía: si alguien protesta o se ofende tras un comentario, es porque se dió por aludido. El enfado del otro revela que tu crítica “ha dado en el clavo”.
- Vales más que las pesetas
Significa que una persona es muy valiosa o querida, una forma de alabar a alguien de manera afectuosa.
- El dinero del mezquino anda dos veces el camino
Intentando ahorrar a toda costa, las personas tacañas siempre buscan la opción más barata que a menudo resulta ser de peor calidad, por lo que se ven obligadas a comprar una segunda vez, lo que a la larga supone gastar el doble.
- Desnudar un santo para vestir a otro
Solucionar un problema a costa de crear otro: tomar recursos de un lugar (dinero, tiempo, esfuerzo) para usarlos en otro, dejando lo primero desprotegido o con una carencia y por lo tanto trasladando el problema de un sitio a otro.
- Niño que no llora, teta que no mama
Quien no pide o reclama algo, no lo consigue. Se utiliza para aconsejar o recordar a alguien que debe expresar sus necesidades y luchar por sus objetivos si quiere obtener lo que desea. Una llamada a la acción y a no ser pasivo.
- Unos nacen con estrella y otros nacen estrellaos
Sentencia en forma de lamento resignado cuando consideras que hay personas que parecen estar acompañadas por la buena suerte y el éxito desde su nacimiento, mientras que otras parecen marcadas por la mala fortuna y las dificultades en la vida.
- Irse de picos pardos
Ir de juerga o diversión, especialmente a lugares considerados de “mala reputación”. También se puede entender como «irse de parranda» o «salir de fiesta».
- Los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios
Advierte que un buen comienzo no tiene por qué ser un presagio favorable y, puesto que tenemos la sospecha de que el destino deparará golpes duros más adelante, preferible será un comienzo malo porque entonces solo se puede ir a mejor.
- Tires por donde tires te encontrarás con Ramírez
Se utiliza para expresar que pase lo que pase o lo que uno decida, siempre te chocarás con el mismo problema o situación, en este caso representado por el apellido «Ramírez». Una manera guasona de decir que ciertas cosas son inevitables.
- Parientes y trastos viejos, pocos y lejos
Refleja una visión práctica y a menudo crítica sobre las relaciones familiares y las pertenencias antiguas. El dicho aconseja que para evitar complicaciones, problemas y discusiones, es mejor mantener una distancia tanto de algunos miembros de la familia como de objetos que ya no se utilizan.
- Reunión de pastores, ovejas muertas
Cuando un grupo de gente con poder o influencia se reúne para tomar decisiones, es probable que dichas decisiones favorezcan sus propios intereses y perjudiquen a quienes están bajo su responsabilidad.
- Quien con niños se acuesta, cagao (o meado) amanece
Advierte en sentido figurado sobre los riesgos de confiar en personas ineptas o de poco fiar, especialmente en asuntos importantes o en el manejo de negocios. La expresión insinúa que quien se asocia o involucra con personas así acaba saliendo perjudicado.
- Teta y sopa… no puede ser
O en su versión más extendida «Teta y sopa no caben en la boca«, explica que no es posible hacer o tener dos cosas a la vez cuando son incompatibles o contradictorias. Declara que no se pueden abarcar o disfrutar dos beneficios o situaciones simultáneamente.
- El que no está acostumbrao a bragas, en el culo le hacen llagas
El dicho correcto sería “El que no está acostumbrado a bragas, las costuras le hacen llagas”. Se dice para avisar que quien no está habituado a ciertas situaciones, incomodidades o responsabilidades, lo pasará peor que el que sí está acostumbrado.
- El casao, casa quiere
Un refrán tradicional que advierte que cuando una persona se casa, es natural y necesario que desee tener su propio hogar, un espacio propio e independiente donde establecerse con su pareja y formar su familia sin interferencias.
- Cuando el español canta, si no está jodío poco le falta
Refleja un sentimiento popular sobre cómo, en bastantes ocasiones, el cantar o expresar con música puede venir ligado a situaciones de dificultad, sufrimiento o dolor y no de celebración. Alude a la vieja costumbre de cantar para desahogarse.
- A quien cuece y amasa, de todo le pasa
Viene a decir que a las personas que están continuamente involucradas en un trabajo o actividad es natural que le sucedan cosas, percances e inconvenientes, o sea, viven todas las consecuencias de su trabajo, mientras que a aquellos que nada hacen, nada les pasa.
- Comiendo bien y peyendo fuerte se le enseñan los cojones a la muerte
Este antiguo dicho lo soltaba mi abuela Rosario entre risas. Transmite de una manera cómica e irreverente la idea de que hay que vivir la vida con intensidad y plenitud, disfrutando de la buena comida y el buen beber, como la mejor forma de “plantarle cara” a la muerte.
- El no ya lo tienes
Para animar a alguien a que se atreva a pedir o intentar algo, aunque tenga miedo al rechazo o al fracaso: al no haberlo intentado, el rechazo (el «no») ya se da por sentado, así que no hay razón para no intentarlo. Se usa habitualmente para motivar a personas a actuar sin miedo al fracaso o a la negativa.
- Noches alegres, mañanas tristes
Un refrán cantarín muy propio de madres para advertir a los hijos de que, tras una noche de desenfreno larga, sólo cabe esperar resaca y cansancio a la mañana siguiente.
- De fuera vendrán y de tu casa te echarán
Se refiere a la situación de personas que vienen o se instalan en tu casa y terminan desplazando a los de dentro, previniendo contra la excesiva confianza en extraños. Refleja el temor a perder lo propio por culpa de otros que llegan con más fuerza, poder o influencia.
- Te quiero mucho perrito, pero pan poquito
Para señalar a quien dice querer mucho y expresar mucho cariño, pero en la práctica no lo demuestra, especialmente cuando se trata de ayudar o apoyar en lo material o necesario. Es una forma popular de criticar a las personas que hablan mucho de afecto, pero no actúan en consecuencia.
- Arrieritos somos
Una forma de decir que la vida da muchas vueltas y que es muy probable que el destino nos vuelva a juntar en el futuro. El refrán completo es «Arrieritos somos, y en el camino nos encontraremos» y suele utilizarse como advertencia o amenaza de que, si alguien te trata mal o te niega ayuda, cuando en el futuro te necesite tendrá la misma respuesta.
Sobre el carácter, las relaciones y el comportamiento
- Faltar un hervor
Cuando alguien no demuestra suficiente madurez, juicio o sentido común. Literalmente, hace referencia a que algo no está suficientemente cocido. A menudo con un tono crítico, señalando a quien parece ser un poco “corto”.
- Meter en verea
Poner a alguien en el camino correcto o alejado de un problema, especialmente en tareas o comportamientos. Poner orden, reconducir o enderezar una situación que va torcida.
- Recoger más que la noche
Una frase popular utilizada para recalcar a esas personas que acaparan excesivamente, que recogen todo lo que pillan para sí mismos.
- Achuchar más que un resfriado
Se dice de una persona muy pegajosa e insistente que está continuamente encima de ti, ya sea con preguntas, con mimos excesivos o con exigencias.
- Hacer perrerías
Trastadas, jugarretas o crueldades. Pueden ser actos indebidos, bromas pesadas o comportamientos malintencionados.
- Ni agradecío ni pagao
Cuando haces un favor o prestas algo y al final ni te dan las gracias ni devuelven lo prestado.
- Estar mano sobre mano
Estar ocioso, sin hacer nada, no trabajar cuando se debería. La frase evoca la imagen de una persona que tiene las manos una sobre la otra, en una posición de total inactividad. Se utiliza para acusar a quien está perdiendo el tiempo o no cumple con sus obligaciones.
- Tener el pavo
Comportamiento o actitud propia de la adolescencia o juventud inmadura. Está relacionado con la llamada «edad del pavo«, etapa en la que los jóvenes experimentan cambios hormonales, emocionalidad intensa, torpeza social, vergüenza o timidez y a veces actúan de forma infantil o un poco ridícula.
- Subirse el pavo
Sonrojarse o ruborizarse al sentir vergüenza, timidez o apuro.
- Ir o estar hecho un pincel
Muy bien vestido y arreglado, con un aspecto impecable.
- Hacerse el longui
Hacerse el tonto, fingir ignorancia o desinterés para escaquearse de una responsabilidad y no dar la cara ante una obligación o un problema.
- Meter las cabras en el corral
Menciona a ese tipo de persona que intenta convencerte de algo en su beneficio, es decir, que trata de llevarte a su terreno para que actúes según sus intereses.
- Tener azogue
Se dice del que mueve mucho, inquieto o nervioso. El azogue es el nombre popular del mercurio, un metal líquido que nunca está quieto, siempre en movimiento (de ahí la comparación).
- Estar que trina
Se dice de una persona que «está que trina» cuando se muestra muy irritada e indignada, con un enfado extremo y bien visible.
- Estar caucando
Que está perdiendo facultades, energía o lucidez. Se utiliza de forma burlona para señalar a quien se comporta de manera incongruente o estrafalaria y muestra dificultades para adaptarse y entender las cosas. A menudo viene asociado a los rasgos de una persona con edad avanzada.
- Saber más que los ratones coloraos
Persona muy astuta, lista o ingeniosa. Se utiliza en muchas regiones de España, especialmente en Andalucía, para aludir a alguien especialmente espabilado, pillo, difícil de engañar o con gran habilidad para desenvolverse en la vida.
- Tener perejiles
En frases como por ejemplo “ese también tiene perejiles” alude a una persona (también puede ser una situación) problemática, liosa, difícil de sobrellevar.
- ¡Vaya tres patas pa un banco!
Forma coloquial de referirse a un grupo de dos o tres personas con los mismos defectos o manías. Es un comentario socarrón sobre la ineptitud o el desajuste de alguien, pero no necesariamente insultante, ya que suele usarse en tono humorístico hacia la torpeza de otros.
- Tener tres días con pasado mañana
Esta expresión andaluza se utiliza para definir a una persona que resulta inaguantable o complicada, exigente, difícil de tratar.
- Como quien oye llover
Describe al que parece escuchar y sin embargo no presta la más mínima atención y no hace ningún caso. El sonido de la lluvia es constante y monótono, por lo que a menudo se ignora, de ahí la expresión.
- Como si le hablaras a una pared
Casi igual que la anterior, una persona no te escucha o no reacciona a lo que le dices. La metáfora es muy visual y clara: la pared es un objeto inerte que no tiene oídos y no puede responder, por lo que hablarle es inútil.
- Dar fatiga
En muchas ocasiones equivale a «me da corte», una sensación de vergüenza, apuro o incomodidad. En otros contextos, decir “qué tío más fatiga” es una forma de llamar a alguien pesado, molesto.
- Cada uno tiene sus caunás
Una expresión muy propia del habla popular andaluza rural. Significa que cada persona tiene sus propias manías, costumbres, modos de hacer las cosas, peculiaridades o rarezas. Es una frase utilizada para reconocer la diversidad de comportamientos humanos, justificando que cada quien es distinto en su forma de actuar y pensar. Suele llevar un tono de resignación socarrona, como diciendo “todos cargamos con lo nuestro, no te pienses que eres único”.
- No tener jartura
No tener límite, no cansarse nunca de algo, ya sea comer, beber, hablar o cualquier otra cosa.
- Prenda lerenda
Persona descarada, tirando a sinvergüenza. Tramposo, aprovechado.
- Decirse más que pringuezorra
Cuando dos personas discuten acaloradamente y lo hacen con saña, echándose en cara de todo y con una bronca verbal fuerte.
“Al parecer se dijeron más que pringuezorra y casi llegan a las manos”