Alphaville: De máscaras y enigmas

Alphaville, los nuestros, no los alemanes del Forever Young (todaví­a es para mi un misterio que dos grupos con el mismo nombre coexistieran), son un referente no se si decir poco conocido, de la escena española de los ochenta. Un grupo que se distinguió por desarrollarse un tanto apartado de los moldes comunes.

Apostaron por una elegancia con muchas sutilezas de fondo, dotando a sus canciones de letras enigmáticas con frecuentes referencias literarias y a su música de toques electrónicos refinados. Creando como suele decirse, «atmósferas».

Alphaville aparecen en 1980 con José Luis Fernández Abel a la cabeza, José Luis Orfanel, Daniel Mendialdúa, Juan Antonio Nieto y José Carlos Sánchez y después de tres discos de larga duración y cuatro EP’s y tras altibajos y diversos bandazos, acabaron despareciendo en el 86.

La última referencia es un recopilatorio que repasa la carrera de la banda a través de sus composiciones más emblemáticas: Después de la Derrota (DRO, 1997) un disco atractivo teniendo en cuenta que los trabajos de la formación madrileña se encuentran descatalogados.

Con temas de aire tenebroso, letras excéntricas e intensas y un pop electrónico seductor, ganaron el respeto de crí­tica y público. No puedo negar que dejan en ocasiones una sensación frí­a pero siempre podías disfrutar de un aire envolvente tras escucharlos.

En la contraportada de su último disco, el EP El desprecio (1984), en lugar de los tí­tulos podemos leer un extracto de «Calí­gula» de Albert Camus:

El Joven Escipión- «Todos los hombres tienen una dulzura en la vida. Eso los ayuda a continuar. A ella recurren cuando se sienten demasiado gastados».
Calí­gula- «Es cierto, Escipión»
El Joven Escipión- «¿No hay, pues, en la tuya nada semejante? ¿La proximidad de las lágrimas? ¿Un refugio silencioso?»
Calí­gula- «Sí­, a pesar de todo»
El Joven Escipión- «¿Y qué es?
Calí­gula (lentamente)- «El desprecio”

¿Será una especie de recadito?

En definitiva, una de las bandas más interesantes los 80 y de personalidad más acusada. Diferentes, con gran calidad instrumental y apreciados por todos aquellos que los recuerdan.

Hoy ponemos el foco en el tema probablemente más señalado de los Alphaville: De máscaras y enigmas. Tuve la fortuna de rescatar esta lejana canción que un tiempo estuvo en mi vida.

Alphaville: De máscaras y enigmas

LETRA

Nadie pudo ver su auténtico rostro,
nadie logró conocer su verdadera obsesión.
Siempre tuvo puesta una última máscara
que mantuviera la duda hasta el momento final,
momento final,
final
momento final,
final…

Nunca derramó una sola lágrima,
jamás dejó traslucir la más mí­nima emoción.
Era el guardián del último enigma,
nadie supo quién habí­a bajo ese disfraz,
bajo ese disfraz,
disfraz
bajo ese disfraz,
disfraz…

De máscaras y enigmas
de máscaras y enigmas
de máscaras y enigmas
de máscaras y enigmas
y enigmas
y enigmas…

Un extraño vací­o en el lugar de los ojos,
sin luz, sin brillo, sin vida, sin ninguna expresión.
Unos labios de mármol, unas manos inertes,
su cuerpo gris parecí­a apenas real,
apenas real,
real
apenas real,
real…

Se esfumó una noche, se perdió en el silencio,
alguien llegó a decir que todo fue una ilusión.
Pero no pudo explicar por qué cada aniversario,
ante la luna, las nubes dibujan un antifaz,
dibujan un antifaz,
antifaz,
dibujan un antifaz,
antifaz…

De máscaras y enigmas
de máscaras y enigmas
de máscaras y enigmas
de máscaras y enigmas
y enigmas
y enigmas

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