Entre los ejemplares de aviones que atesora la Fundación Infante de Orleans (FIO) en el aeropuerto de Cuatro Vientos de Madrid, a cuya exhibición aérea he tenido el placer de asistir, quiero destacar uno que particularmente llamó mi atención, un cacharro chato con la bandera tricolor republicana en el timón de cola y al lado
Mark Twain (1835-1910) fue el seudónimo literario adoptado por Samuel Langhorne Clemens a partir de sus vivencias en el río Mississippi, donde «mark twain» era la expresión equivalente a «dos brazas de profundidad», el calado mínimo necesario para una navegación segura.
Antonio de Ulloa y Jorge Juan en la expedición para medir el mundo Diversos experimentos realizados entre los siglos XVII y XVIII para delimitar la dimensión exacta de la tierra alumbraron una poderosa sospecha, a saber, que la distancia entre los meridianos varía dependiendo de la longitud en que son medidos. Conclusión: la tierra no
No me refiero al actor apegado a la hermosa Elisabeth Taylor, sino a uno de los más grandes viajeros de todos los tiempos y un hombre terriblemente brillante.
La historia marítima de Inglaterra está jalonada de hitos, conquistas, acciones militares que le dieron renombre mundial y una primacía política y económica durante siglos. Al dominar los mares, dominaron el mundo. Consecuentemente existe una literatura para enaltecer las hazañas de los soldados de la mar y los propios historiadores ingleses han encontrado material suficiente