El efecto Segundo-Sistema (Second-system effect)
En 1975, el gran arquitecto e ingeniero de sistemas Fred Brooks acuñó en un libro genial, El mítico hombre-mes (The Mythical Man-Month) el concepto de «El efecto del segundo sistema.»
Este efecto, nacido de una directa observación de la creación y desarrollo del por entonces ordenador más complejo del mundo, el IBM System/360, expone lo siguiente:
Cuando se crea un nuevo sistema informático (servidor, red, ordenador, software etc.) la primera vez se hace bien; la segunda, mal. ¿Cómo es eso?
Fred Brooks observó que al crear un nuevo sistema informático por vez primera tendemos a instalar sólo lo justo y necesario para que funcione, al no contar con experiencia y por el temor de estropear algo o provocar algún tipo de efecto o comportamiento no deseado:
En cambio la segunda vez ya contamos con esa experiencia y debido a expectativas infladas o a un exceso de confianza, solemos añadir un montón de funcionalidades, comodidades y en definitiva elementos no estrictamente necesarios que a la larga complicarán el mantenimiento del sistema y su propio funcionamiento. Se desata la tendencia a sobrecargarlo.
A veces piensas, ¿qué tiene de bueno este nuevo software? Y no consigues eludir la sensación de que resulta excesivo, lento y caro.
Hay muchos ejemplos de este tipo en la industria:
- El lenguaje C y su sucesor, C++ , son lenguajes muy difíciles, engorrosos y propensos a fallos (es la opinión de Linus Torvalds: Linus odia C++).
- El Ordenador HP Vectra, uno de los mejores PC’s de su época y cuyos sustitutos fueron mucho peores.
- Las primeras versiones de muchos coches, como el Volkswagen Polo o el Chevrolet Impala.
- Aviones como el Boing 737 y otros muchos.
- Las «iCosas»: bombillas, tostadoras, microondas conectados a Internet con mil y una funcionalidades que tienden a dar más problemas que beneficios.
Así que ya sabes: si quieres ser buen informático ten muy presente conceptos como éste.