Hay muchos astrónomos profesionales y no pocos aficionados por todo el mundo escrutando el cielo a diario y sin embargo no han informado de ningún avistamiento cierto. Llegado el caso tendrían que ser ellos los primeros testigos pero estamos ya en el siglo XXI y nada. ¿Mala suerte? ¡Pero si lo están deseando!
Ayer un amigo en Madrid puso en su casa la curiosa adaptación de un canción tradicional inglesa cuyo nombre original es Don’t marry her, marry me (No te cases con ella, cásate conmigo). La letra original difería bastante de esta versión de los Beautiful South (ex Housemartins), de hecho la misma era bastante sosita y
Esto de tener a mano un libro de viajes para sentirse mínimamente a gusto empieza a parecer una adicción. Digo yo que será el contrapunto necesario para quien no viaja en absoluto, ya se sabe: «Hombre sedentario, vida mental errante».
Sólo un apunte sobre esta cuestión. Si os veis en la necesidad de trabajar con FreeHand en un equipo con Mac OS X 10.6 comprobaréis que el programa no se ejecuta, no responde al abrir.
¿Por qué hemos de considerar esta crisis peluda como un simple paréntesis entre períodos de riqueza, un mal necesario que desafortunadamente llegó y del que saldremos mejor y económicamente más fuertes?
Sin duda. Si resulta que esa mujer, además de inteligente y hermosa, es la más afamada poetisa en el Al-Andalus del siglo XI, entonces el asunto puede ser verdaderamente letal.
«Men wanted for hazardous journey. Small wages, bitter cold, long months of complete darkness, constant danger, safe return doubtful. Honour and recognition in case of success». «Se buscan hombres para viaje arriesgado. Paga reducida, frío intenso, largos meses de completa oscuridad, peligro constante y dudoso regreso sanos y salvos. En caso de éxito, honor y
El Endurance atrapado por los hielos. Octubre de 1915 «Como jefe de expedición científica yo elegiría a Scott; para viajar veloz y eficientemente, a Amundsen; pero cuando uno se encuentra en una situación desesperada y parece que no hay salvación, conviene arrodillarse y rezar para que te envíen a Shackleton«. Raymond Priestley, geólogo y explorador
Un fotógrafo de Chicago rescató material rodado en 16mm por sus abuelos donde aparecen escenas de la ciudad de San Francisco en 1958. Son tres minutos que realmente merecen la pena.