A pesar de que el asunto es grave no deja de tener su gracia. Uno ve por televisión las caras de decepción del personal (esos políticos sudando tinta mientras tratan de convencernos de que aquí no pasa nada, esos corredores de bolsa echándose las manos a la cabeza en Wall Street) y no puede menos
Repite conmigo: «no me agobiaré coleccionando atajos de teclado». Con unos cuantos es suficiente, y otro día más. Cada uno compone su particular asociación.
Como prometí, y la promesa de los hombres de un bloque es ley, he de seguir rescatando más frases de Raymond Chandler puestas en boca de su detective. Dicho y hecho; he aquí unas cuantas pertenecientes a El sueño eterno (The Big Sleep, 1939).
Chris Anderson (Editor de Wired) lleva cuatro años defendiendo la misma idea en todos los foros a los que le invitan: el modelo de negocio que funcionó durante el siglo XX no vale para la era de Internet. Los productores y distribuidores de cualquier mercancía monetizable tienen que cambiar el chip y considerar la Red
Uno de los problemas principales de los usuarios de Windows es enfrentarse a situaciones que le impiden arrancar normalmente sus sistemas. A continuación os dejo una serie de pasos que podéis seguir si tienes problemas al arrancar Windows. Y no os preocupéis, casi todo tiene solución.
El personaje de Michigan J. Frog apareció originalmente en One Froggy Evening, dibujo animado de la Warner Bros estrenado el 31 de diciembre de 1955, escrito por Michael Maltese y dirigido por Chuck Jones, creador entre muchas otras obras maestras de Inki y el Pájaro Minah.
El señor Wright, como le conocían cariñosamente sus alumnos, es uno de los grandes arquitectos de la era moderna. Entre sus obras destacan el museo Guggenheim de Nueva York o el Hotel Imperial de Tokio. Existen cientos de biografías y estudios sobre su arquitectura tanto en Internet como en publicaciones impresas, por tanto este artículo
«Me llamo Octave y llevo ropa APC. Soy publicista: eso es, contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con esas cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el Photoshop. Imágenes relaminadas, músicas pegadizas. Cuando, a fuerza de ahorrar,