Rush: Limelight

La letra de Limelight fue escrita por Neil Peart, mientras que la música corresponde a sus compañeros Geddy Lee y Alex Lifeson. Es una de las grandes canciones del enorme catálogo de Rush.

Limelight presenta un testimonio profundo y personal acerca del lado menos atractivo de la fama, así como el efecto que ésta produce sobre alguien que no la disfruta, algo basado en el malestar del propio Peart.

La palabra «limelight» no tiene una traducción directa al español pero en inglés se utiliza para indicar que algo o alguien se ha convertido en el «centro de atención». Un equivalente en nuestro idioma sería «estar en el candelero» o bajo el foco público.


La fama constituye un fenómeno impredecible, desaforado siempre y tremendamente arbitrario; unos la persiguen activamente sin alcanzarla jamás y otros tropiezan con ella sin haberla ambicionado. Hemos visto a personas que han florecido bajo su luz y a otras muchas que sobrellevaron la notoriedad de manera traumática.

Neil Peart, batería y letrista del trio canadiense Rush, era una persona reservada, entregado a la música y un devorador de libros cuyas lecturas inspiraron a menudo los temas. Cuando la banda se hizo mundialmente conocida tuvo que lidiar con eso y no lo llevaba nada bien. La fama creciente constituía para él una carga ingrata:

«Me impresionó ver gente persiguiéndonos y viniendo hasta nuestras casas. Cuando alguien se me acerca y dice: ¡Neil! y no lo conoces.. es simplemente extraño. Nunca me propuse ser famoso, me propuse ser bueno».

Neil Peart

Y de eso va Limelight, de los límites de la privacidad y de la pérdida de la verdadera conexión con el mundo y su gente al estar expuesto bajo un foco potente y distorsionador, un inmenso escenario en el que los actores viven atrapados en la irrealidad.

Neil Peart, Geddy Lee y Alex Lifeson

Neil quiso vivir con absoluta normalidad y se opuso firmemente al escrutinio público. Fue tímido, serio y retraído pero no era antisocial, simplemente no sabía fingir. Prefería ser un tipo anónimo y eso le bastaba.

A finales de la década de 1990 Neil Peart dejó súbitamente la música tras el fallecimiento de su hija en accidente de tráfico y unos meses más tarde de su esposa por enfermedad. Sumido en un profundo dolor, lo dejó todo y escapó. Durante bastante tiempo viajó por toda Norteamérica en su moto, alejándose de todos.

La actividad de la banda se paralizó y parecía que había llegado a su fin, de hecho cesaron por espacio de varios años. Como confesaría más tarde en el documental Rush: Beyond The Lighted Stage, fueron la carretera, los paisajes infinitos y la vida salvaje lo que le devolvió a la vida. Por cierto, este documental imprescindible que repasa la historia hermosa e inspiradora de la banda canadiense se encuentra disponible en Youtube con subtítulos en español.

Por fortuna regresó para alegría de miles de fans y Rush todavía publicarían varios discos más. Finalmente Neil Peart murió en enero de 2020 a la edad de 67 años debido a un cáncer cerebral que venía padeciendo desde unos años atrás y el mágico trío se deshizo.


Muchas bandas arrojan todo su potencial en un manojo de canciones, con un álbum o durante un corto período de tiempo. Rush, con solo tres instrumentos, poseían tal reserva de talento y energía como para sacudir los escenarios durante décadas.

Lee era hijo de supervivientes judíos del Holocausto, Lifeson, nacido Alexandar Zivojinovich, hijo de refugiados yugoslavos. Ambos se sentían forasteros en los suburbios de Toronto pero un amor incondicional por la música los unió. Años después entró Peart, quien se describió a sí mismo como un «inadaptado inquieto y estudioso» y otro enamorado de la música.

Así se forjó Rush, una singularidad del rock clásico formada por tres tíos que permanecieron juntos muchos años en una combinación rara y única, despreciados con frecuencia por la crítica y a contracorriente de estilos musicales. Pero el público los premió con su lealtad de principio a fin.

En 2013 el Salón de la Fama del Rock and Roll consagró a los miembros de Rush, de izquierda a derecha: Alex Lifeson, Neil Peart y Geddy Lee.

Siempre he sentido admiración por estos tres virtuosos en sus respectivos instrumentos y al mismo tiempo personas sencillas y cálidas. Y hacia Neil Peart, no sólo por su consideración como uno de los mejores bateristas de rock (por algo lo llamaban «el profesor») sino especialmente por demostrar la honestidad de un hombre al que incomodaba el ruido y la adulación, así que encuentro mucho sentido en todo lo que expresa con Limelight.

El uso notable de cambios dinámicos en “Limelight”, alternando versos tranquilos y coros explosivos impulsados por la guitarra es uno de los sellos distintivos del sonido de Rush.

El video oficial está compuesto por tomas del proceso de grabación en Le Studio, ubicado al sur de Quebec. Desde su lanzamiento formando parte del álbum de 1981 Moving Pictures, Limelight fue una de las indiscutibles en las actuaciones en vivo de los canadienses, gracias a esa intro poderosa y certera, uno de las más impresionantes que he escuchado.

Rush: Limelight

LYRICS

Living on a lighted stage
Approaches the unreal
For those who think and feel
In touch with some reality
Beyond the gilded cage

Cast in this unlikely role
Ill-equipped to act
With insufficient tact
One must put up barriers
To keep oneself intact

Living in the limelight
The universal dream
For those who wish to seem
Those who wish to be
Must put aside the alienation
Get on with the fascination
The real relation
The underlying theme

Living in a fish eye lens
Caught in the camera eye
I have no heart to lie
I can’t pretend a stranger
Is a long-awaited friend

All the world’s indeed a stage
And we are merely players
Performers and portrayers
Each another’s audience
Outside the gilded cage

Living in the limelight
The universal dream
For those who wish to seem
Those who wish to be
Must put aside the alienation
Get on with the fascination
The real relation
The underlying theme

Bis

The real relation
The underlying theme


Rush: Limelight

LETRA en español

Viviendo en un escenario iluminado,
cercano a lo irreal.
Para aquellos que piensan y sienten,
en contacto con una realidad,
más allá de la jaula dorada.

Parte del elenco interpretando este papel improbable,
mal equipado para actuar,
con insuficiente tacto.
Uno debe levantar barreras
para mantenerse intacto.

Viviendo bajo los focos
el sueño universal,
para aquellos que desean aparentar.
Aquellos que desean ser,
deben poner a un lado la alienación,
llevarse bien con la fascinación,
la relación real,
el trasfondo de las cosas.

Viviendo en una lente de ojo de pez,
atrapado en el ojo de la cámara.
No tengo el valor para mentir.
No puedo fingir que un extraño
es un amigo largamente esperado.

El mundo entero es realmente un escenario,
y todos nosotros, simples actores,
artistas e intérpretes.
Cada uno es el público del otro,
fuera de la jaula dorada

Viviendo bajo los focos,
el sueño universal,
para aquellos que desean aparentar.
Aquellos que desean ser,
deben poner a un lado la alienación,
llevarse bien con la fascinación,
la relación real,
el trasfondo de las cosas.

Bis

La relación real,
el trasfondo de las cosas.

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