Oxí­moron, donde habita la contradicción

Se designa con tan extraño vocablo a una figura literaria consistente en juntar dos conceptos en principio contrapuestos en una misma expresión, lo que produce un nuevo sentido. Ejemplo rápido: «Un silencio atronador».

El término oxí­moron procede del griego «oxys» (agudo o punzante) y «moros» (tonto, estúpido) y no hay total acuerdo en si se debe escribir con acento en la «i» o no, por lo que se admite de las dos formas.

Rara vez se utiliza en plural, en cuyo caso sería igual, «los oxí­moron». Pero también se usa con la forma oxí­moro para el singular y oxí­moros en plural. El español no conserva el plural griego «oxí­mora» aunque este uso es común en lengua inglesa («oxymora»).

Desde tiempos inmemoriales ha sido un recurso expresivo para forzar al lector o al interlocutor a comprender el sentido metafórico de algo y revelar una verdad bajo lo aparentemente absurdo o contradictorio. Como figura retórica aporta expresividad al lenguaje y ahonda en las paradojas del ser humano y de nuestro mundo en general.

Borges lo definió así­:

«En la figura que se llama oxí­moron se aplica a una palabra un epí­teto que parece contradecirla; así­ los gnósticos hablaron de luz oscura, los alquimistas, de un sol negro…»

Cuidado, estamos ante una práctica que puede enganchar, pues el abuso de esta técnica retórica cansaría al lector y, aún peor, puede vaciar de contenido aquello que pretendíamos realzar. En cambio, bien utilizado constituye todo un hallazgo, una fina sutileza que apela a que el lector busque y encuentre sentidos más profundos.

Aunque los poetas puedan desarrollarlo al máximo (sin él la lí­rica serí­a muy distinta), contrariamente a lo que creemos el oxí­moron no es un procedimiento exclusivo de literatos ensimismados. Cuando empleamos «brilla por su ausencia» lo estamos practicando nosotros. En el dí­a a dí­a tiramos de locuciones tan familiares como «perfecto idiota, «un tonto muy listo», «esto es una jodida maravilla», «comida basura», etc.

El oxí­moron fue una figura retórica recurrente en la poesí­a mí­stica del Siglo de Oro y en odas amorosas de cualquier época. Ya se sabe, cuando el amor irrumpe te tumba y al querer describirlo, todo son exageraciones y desvarí­os: que si esto es una hermosa tortura, que si un dulce veneno ..

Veamos prácticas literarias reales

Apresurarse lentamente (La Fontaine)
Vivo muerto (William Shakespeare)
Soledad sonora / Que tiernamente hieres / Música callada (San Juan de la Cruz )
Desmayo dichoso (Fray Luí­s de León)
Vista ciega, luz oscura, gloria triste, vida muerta. (Rodrigo Cota, éste los encadena como churros)
Payaso trágico (Valle-Inclán)

O estos últimos que particularmente me encantan:

Lo fugitivo permanece y dura (Francisco de Quevedo )
Mis libros están llenos de vací­os (Augusto Monterroso)

Como puede comprobarse, con el oxí­moron se han fogueado todos los escritores y hace ya mucho lo exprimieron por ejemplo dos de los grandes:

Lope de Vega:

Sosiega un poco, airado temeroso,
humilde vencedor, niño gigante,
cobarde matador, firme inconstante,
traidor leal, rendido victorioso.

Déjame en paz, pací­fico furioso,
villano hidalgo, tí­mido arrogante,
cuerdo loco, filósofo ignorante,
ciego lince, seguro cauteloso

Quevedo:

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Este es el niño Amor, este es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí­ mismo!

Tipos de oxímoron

En nuestro lenguaje cotidiano, quizá por influencia de los medios de comunicación, utilizamos los oxímoron de manera constante y a menudo agarrados aleatoriamente. Nos interesan cuando tenemos la clara intención de lanzar un dardo envenenado, ironizar o poner en evidencia algo.

Colocar dos palabras contradictorias una detrás de la otra no hace que surja un oxímoron de manera automática y en sentido estricto tampoco lo sería cuando sea producto de una opinión determinada, como cuando decimos «Inteligencia militar», «Político honrado» o «Seguridad informática». En estos casos más bien se trataría de oxímoron subjetivos e incluso en otros casos, meros juegos de palabras.

La lista de candidatos a oxímoron llega a ser interminable (una vez te calientas no hay freno). Aún consciente de que siendo puristas algunos resultarían discutibles, terminemos con una selección obtenida de Oximoron.com:

  • Actuar con naturalidad
  • Agridulce
  • Alarma silenciosa
  • Aldea global
  • Apuesta segura
  • Armas inteligentes
  • Calma tensa
  • Caos controlado
  • Clásico moderno
  • Club de solitarios
  • Creencia científica
  • Copia original
  • Chocolate blanco
  • Conservantes naturales
  • Ejército pacificador
  • Dulce derrota
  • Fantasía real
  • Fuego amigo
  • Falsa realidad
  • Hielo seco
  • Instante eterno
  • Humor serio
  • Inteligencia artificial
  • Luz oscura
  • Mentira piadosa
  • Muerto viviente
  • Realismo mágico
  • Riesgo calculado
  • Secreto compartido
  • Sendero impracticable
  • Silencio elocuente
  • Única opción



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