El sorprendente y retorcido lado de la producción de tarjetas microSD

Cualquier persona que haya buceado por las profundidades de eBay en busca de las microSD más baratas, sabrá que muchas, muchí­simas de esas tarjetas que se venden como auténticas no son sino sofisticados Judas de paupérrimo rendimiento y limitada vida útil. El problema está en que buena parte de ellas podrí­an pasar por originales… y eso se debe a que tal vez han sido fabricadas por la compañí­a original. ¿Cómo es esto?……

Andrew «Bunnie» Huang, co-creador de Chumby y hacker de la Xbox original, dio con la respuesta cuando en diciembre del año pasado le avisaron de que un lote de tarjetas Kingston utilizadas en el Chumby habí­a comenzado a fallar sin motivo aparente. Alarmado ante la posibilidad de haber recibido en un enví­o defectuoso, Bunnie inspeccionó personalmente las tarjetas, encontrando algunas diferencias muy curiosas entre las disponibles en las tiendas y las entregadas por Kingston. Para empezar, el logotipo del estándar microSD era ligeramente distinto, e igual de curiosa era la elección del color para la impresión del número de serie, realizada en el mismo blanco utilizado en el resto de la tarjeta. Pero esto sólo era el comienzo: una comprobación más exhaustiva demostró que el código de identificación electrónico era falso. Algo fallaba, y quedó patentemente claro cuando después de examinar los detalles, Kingston aceptó sustituir cerca de 1.000 unidades sin dar explicaciones.

Pero Bunnie no se iba a conformar con un simple cambio de hardware. Escamado por la respuesta de la compañí­a, nuestro aventurado protagonista se fue directamente a China, y visitó los establecimientos del «mercado gris» de Shenzhen para ver si podí­a encontrar más tarjetas como la suya. Lo que se halló fue algo mucho más preocupante: cantidad de tiendas venden al por mayor tarjetas Kingston con chips de baja calidad y serigrafí­as incorrectas, introduciéndolas si así­ lo deseas en paquetes originales, con hologramas anticopia y códigos de validación online. La pesadilla de todo fabricante.

Desnudados los chips de memoria mediante un baño en ácido, Bunnie cree que sus microSD defectuosas fueron creadas junto a muchas otras originales durante los denominados «turnos fantasma», series ilegales realizadas por empleados rebeldes, que sin conocimiento ni respeto por los números de serie, arman productos que pueden pasar por válidos utilizando componentes de baja calidad rescatados antes de su llegada a las trituradoras. Lo peligroso del asunto es que el descontrol es tan grave que la propia Kingston puede vender estas tarjetas como productos auténticos y merecedores de confianza.

En opinión de Bunnie, marcas como SanDisk y Samsung, que fabrican sus propios chips, son más fiables que Kingston porque ejercen un mayor control sobre las lí­neas de producción, lo que redunda en un menor número de «copias genuinas». En otras palabras, mucho ojito con lo que compras, y si es al por mayor, ándate con pies de plomo, porque no serí­a del todo extraño que alguien terminará dándote gato por liebre… incluso sin saberlo.

Fuente: http://es.engadget.com/2010/02/24/el-sorprendente-y-retorcido-lado-de-la-produccion-de-tarjetas-mi/

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