El baile imposible de Bobby Farrell

Entre aproximadamente 1976 y 1980 la música de Boney M. llegaba a todos los rincones, así lo recuerdo yo, desde los barrios urbanos al pueblo más apartado, colándose con fuerza en casas, talleres y otros lugares de trabajo, reinando en fiestas y discotecas y sonando en la radio sin parar.

Apoyados en unos muy buenos arreglos musicales y con una dirección bien trazada, los éxitos se sucedieron sin parar: Rivers of Babylon, Rasputin, Sunny, Ma Baker, Daddy Cool, Brown Girl In The Ring, Belfast, Gotta Go Home, etc.

Son acordes muy reconocibles dentro de aquella fiebre discotequera que recorría Europa. Veamos un poco su historia.

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En 1975 un cantante alemán reconvertido a productor musical, Frank Farian, (en los ochenta se harí­a más famoso por idear el invento Milli Vanilli) estaba explorando fórmulas de éxito con la mirada puesta en productos como ABBA, la música disco, los ritmos caribeños…

Quería atrapar melodías pegadizas con plena universalidad, coros femeninos y mucho ritmo.

Buscando gente que hiciese playback en televisión para una canción suya, recluta a tres voces femeninas: Maizie Williams, originaria de la isla de Montserrat, y las jamaicanas Liz Mitchell y Marcia Barrett.

Ficha además a Bobby Farrell, quien en realidad no era cantante, el propio Farian ponía la voz masculina en el estudio. Sin embargo sería Farrell quien con su melena afro, movimientos espasmódicos y estilismos imposibles, aseguraba el espectáculo.

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El experimento alcanza tal éxito en Holanda que Farian decide lanzar Boney M. como grupo activo destinado a la fama internacional.

Boney era el nombre del personaje de una serie de televisión de Australia; la M por los cuatro componentes (cada barra de la M por cada uno de los miembros).

En septiembre de 1976 Boney M aparecen en Musikladen, mítico programa musical de la TV germana por el que entre 1972 y 1984 pasaron todos los grandes artistas, y solo una semana después Daddy Cool alcanza el nº 1 en Alemania.

A partir de ahí­ todo sucede muy rápido: Farian rescata canciones suyas y también de otros adaptándolas a ritmos de diferentes procedencias, preferentemente calypso, disco y música afroamericana.

Boney M. cantan en inglés mezclando esos estilos con soltura e imprimiendo un sello especial a composiciones que habían pasado desapercibidas en manos de otros artistas.

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Y tras Europa los éxitos también alcanzan EE UU, Australia, Canadá y Japón.

Boney M. lucen espectaculares trajes de fantasía Glam y destellos, las chicas cantan muy bien y mientras tanto Bobby, con el torso peludo al aire, se retuerce en el escenario como si estuviera bajo los efectos del vudú.

En 1986, diez años después, Boney M. acumulaban 18 discos de platino, 15 discos de oro y cerca de 150 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Ese mismo año el grupo se disuelve.

Desde 1980 Farrell reclamaba insistentemente a Farian que le dejase cantar en las grabaciones (en realidad habí­a cantado algunos temas y en todos los conciertos en vivo poní­a su voz). Farian lo expulsa, pero sus sustitutos no funcionan y es readmitido.

Existía una tensión creciente porque Boney M. representaban la exportación musical más rentable de Alemania y sin embargo Farian dirigía con mano de hierro llevándose el grueso de las ganancias. En 2002 Liz Mitchell contó a la BBC que los miembros del grupo apenas recibían un 9% de lo que generaban.

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Y luego todo se convierte en un lí­o…

En 1987 se produce un amago de regreso, pero cada uno de los miembros del grupo reclama el nombre de Boney M para sí­ y un juzgado da parcialmente la razón a todos, de modo que en los años 90 coexistieron hasta cinco Boney M de gira por el mundo.

Bobby Farrell obtuvo el derecho a usar el nombre en Holanda e intenta ganarse la vida con una formación que incluye a tres chicas que cambian constantemente. No lo logra, en parte porque Farian, que apoyaba a los Boney M. de Liz Mitchell, le pone todas las zancadillas posibles.

Bobby Farrell, cuyo verdadero nombre era Alfonso Roberto Farrell habí­a nacido en Aruba (Antillas holandesas) en el seno de una familia pobre de siete hermanos.

Con solo 15 años embarcó de marinero recorriendo parte del mundo a bordo de petroleros hasta establecerse primero en Holanda y luego en Alemania, donde consigue algunos trabajos como DJ. El baile era su forma de expresión, con él daba rienda suelta a sus impulsos. Como confesó en cierta ocasión:

«Soy un auténtico intérprete. Dame una buena melodía y estoy preparado. Es lo que hago y es lo que haré hasta el fin de mis dí­as».

Después de que las distintas formaciones Boney M. intentasen revitalizar sin éxito un estilo al que ya se habí­a dado la espalda, Bobby acabó viviendo de ayudas sociales en un piso de los suburbios pobres de Rotterdam. Su matrimonio hizo aguas y después de una pelea conyugal trató de prender fuego a su mujer Yasmine, madre de dos hijos. En 1994 fue condenado y encarcelado por un tribunal holandés.

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Aún así­ regresa en el año 2000 intentado reflotar los viejos éxitos del grupo desde Italia, sale en anuncios auto parodiándose y actúa allí­ donde le reclaman.

Fue tirando como buenamente pudo hasta que a finales de 2010, con 61 años, Bobby Farrel es encontrado sin vida en la habitación de un hotel de San Petersburgo donde habí­a actuado la tarde anterior. Una insuficiencia cardíaca acabó con la existencia del cantante al que no dejaban cantar.

Aunque Liz, Marcia y Maizie eran magní­ficas voces, Bobby tení­a el don de centrar la atención del público.

Bonet M. cautivaron a muchísima gente con sus ritmos contagiosos, las coreografías de Farell, el glamour de las chicas y un estilismo extravagante. Podríamos afirmar que ahí existe una herencia musical por reivindicar, la de un estilo vitalista capaz de hacer sentirse a gusto a un montón de personas de cualquier parte del planeta.

Farrell, paradigma del ilustre perdedor engullido por la maquinaria del negocio musical, luchó por mantenerse siempre encima de un escenario haciendo lo que mejor sabía: divertir a la gente.

Debe ser de sus temas menos conocidos, pero doy mi voto a Painter Man (1978), versión de un éxito menor perteneciente a una banda británica de los 60 llamada The Creation.

Fuentes principales: (1) (2)

Boney M.: Painter Man

LYRICS

Went to college, studied arts
To be an artist make a start
Studied hard, gettin’ my degree
But no one seemed to notice me

Painter man, painter man
Who wanna be a painter man
Painter man, painter man
Who wanna be a painter man

Tried cartoons and comic books
Dirty postcards could have done
Here was where the money laid
Classic art has had it’s day

Painter man, painter man
Who wanna be …

Did adverts for T.V.
Household shops and brands of tea
Labels all around the cans
Who wanna be a painter man

Painter man, painter man
Who wanna be …

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