Pues sí, apreciados amigos, hoy voy a hacer de economista palurdo e intentar explicarme a mí mismo y a los parroquianos que visitan este humilde blog el misterio más sobrecogedor de la economía Europea: ¿Cómo es posible que un país de políticos corruptos, empresarios de la construcción chorizos, de famosillos casposos, de incultos que presumen
Gran noticia difundida los pasados días y es la misma cada año. Una de esas que tanto gustan a los medios porque tiene dimensión macroeconómica y viste bien. Oírla y ponerme de mala leche, todo es uno: «Los grupos bancarios que operan en España obtuvieron el año pasado un beneficio atribuido de 15.730 millones de
Artículo real de La Voz de Galicia publicado a finales de 2004 en la sección Cartas al director. Cuenta la venganza de un usuario con el centro de atención al cliente de una operadora telefónica (igual da cual sea, todas son lo mismo), debido al cabreo que ésta le había provocado anteriormente.
De no pensarlo olvidamos casi por completo que el cine mayoritario en nuestras vidas, el de Hollywood, se concibe y lleva a cabo en inglés (o inglés norteamericano si se prefiere).
Tenemos gente capaz de discurrir cosas como: «Eh, vamos a observar el efecto que produce una gota de leche al impactar en la superficie de una taza de cafe».
Porque se encuentra muy extendida esta práctica en la actualidad y a raíz de un mensaje que me enviaron sobre los peligros que puede entrañar, creo que merece la pena hablar un poco de ello.
Ni idea hasta ahora sobre la existencia de esto pero en cuanto me avisaron empecé a mirar por encima del hombro más de lo normal. No tenía tanto miedo desde que vi un documental sobre el dragon de Komodo.