Durante las décadas de 1980 y 1990 las emisoras de radio establecidas en los campus de Estados Unidos y Canadá fueron la cuna del denominado College Rock. No es un género como tal, sino estilos diferentes con un denominador común: a menudo la elección de las playlist corría a cargo de los propios estudiantes, quienes
Prefab Sprout, Deacon Blue y The Bible: tres reinos del pop deliciosamente elegante donde las composiciones parecían siempre florecer armoniosas y resplandecientes. En distintos puntos del camino quedaron sus canciones como gemas escondidas en la segunda mitad de los años 80. Los dos primeros obtuvieron difusión, no así The Bible, un grupo tan talentoso como
Fueron los New York Dolls a principios de los años 70 quienes mejor encarnaron el arquetipo de banda furiosa del rock que rinde culto a la bisexualidad y manifiesta una voluntad insensata por intoxicarse. Una manera de correr fatídicamente hacia el abismo que tanto influyó en movimientos musicales que anticipó, como el Punk, el Rock
Police publicaron en 1981 Ghost In The Machine que, si bien contenía canciones tan vitalistas como Every Little Thing She Does Is Magic, era en realidad un álbum de tintes más bien oscuros que abordaba distintas preocupaciones sociopolíticas del mundo de entonces.
Entre aproximadamente 1976 y 1980 la música de Boney M. llegaba a todos los rincones. Así lo recuerdo yo: desde los barrios urbanos al pueblo más apartado, colándose con fuerza en casas, talleres y otros lugares de trabajo, reinando en fiestas y discotecas y sonando en la radio sin parar. Apoyados en muy buenos arreglos
Aunque suene paradójico, una banda puede ser notoria en cuanto a influyente, pese a un amplio desconocimiento popular. Y si no preguntadme por Violent Femmes, uno de los grupos musicales más originales de su época cuyo sonido nos pilló de sorpresa y nos atrapó.
Los californianos Social Distortion han sido un referente del punk norteamericano desde 1978, aunque siendo más precisos lo que hicieron fue reconciliar distintas músicas patrias, como rockabilly, country, blues y por supuesto punk, hasta conformar un estilo que no se acerca al de otras bandas del área de Los Angeles.
The Wrecking Crew fue un apodo acuñado por el batería y músico de sesión estadounidense Hal Blaine para designar a un colectivo de músicos de estudio que tocaron de forma anónima en muchas de las más famosas grabaciones musicales californianas durante la década de 1960 y parte de los 70. Sus arreglos y bases rítmicas
Cualquier composición de Bruce Springsteen posee tal contenido humano que para cada momento de la vida alguna de sus canciones parece estar esperándonos. Por algo es el cronista más grande de la música. ¿Puede todo el amor de un hombre hacia una mujer, todo el dolor por su pérdida, concentrarse en una canción? La respuesta
Todo el mundo conoce cómo suena el punk: acelerado, sin pulir, con guitarras cortantes y una línea de bajo arenosa y voces gritando agresivas. Para sus protagonistas, bandas y seguidores, el punk conformaba una identidad juvenil de ira, rebeldía y provocación. El punk explotó como un nuevo movimiento manifestado en la vestimenta y el estilo